Rusia-Ucrania
Ha ocurrido en la localidad de Keretsk. Entre los heridos más graves se encuentra el propio concejal.
Lo que iba a ser un pleno municipal ordinario, ha acabado siendo una sesión caótica cuando uno de los concejales asistentes ha detonado tres granadas dejando casi una treintena de heridos.
Ha ocurrido este viernes en el oeste de Ucrania, concretamente en la localidad de Keretsk, en la región de Transcarpacia. El concejal pertenecía al partido de Zelenski. Pocos instantes antes del suceso, el edil había entrado en la sala mientras los otros concejales discutían. Sin inmutarse, tira las granadas. Todo ha quedado recogido en un vídeo.
"Como resultado resultaron heridos 26 diputados y empleados del ayuntamiento"
Las imágenes muestran el momento exacto de las explosiones, que acabaron hiriendo a 26 personas. Seis de ellas se encuentran ahora mismo en estado muy grave. Entre ellos está el propio atacante. La Policía ucraniana está investigando los hechos como un atentado.
"En la comunidad de Keretsk, durante una sesión, un diputado local arrojó granadas en la sala de sesiones. Como resultado resultaron heridos 26 diputados y empleados del ayuntamiento. Todas las víctimas fueron trasladadas inmediatamente a centros de salud", ha contado el gobernador de Transcarpatia, Viktor Mikita.
El vídeo que muestra el suceso ha sido compartido por la Policía. Fue grabado por una mujer que estaba siguiendo la sesión a través de internet. Gracias a las imágenes se sabe que el concejal abandonó la reunión un momento y regresó al rato con las granadas, que hizo explotar acto seguido.
En ese preciso momento, el pleno debatía la posible subida salarial del líder del consejo municipal en plena guerra contra sus vecinos rusos. Las autoridades ucranianas ahora han iniciado las pesquisas sobre el suceso, investigándolo como un atentado terrorista.
Todavía no hay una confirmación oficial sobre la identidad del concejal, pero los medios ucranianos aseguran que se trata de Sergei Batryn, concejal del partido de Volodímir Zelenski. El edil se enfrenta ahora a una pena de hasta 10 años de cárcel, teniendo en cuenta un artículo del código penal ucraniano que condena el manejo ilegal de armas, municiones o explosivos.