Volcanes
El volcán de lodo Wandan, ubicado en Taiwán, entra en erupción por novena vez en los últimos dos años.
El volcán de lodo Wandan se encuentra en el sur de Taiwan y ha entrado en erupción por novena vez en los últimos dos años.
Este fenómeno geológico cuenta con cuatro respiraderos, es decir cuando salidas a la superficie. De hecho, tres de ellas se encuentran a cerca de 50 metros de un templo taiwanés.
El volcán de lodo se produce cuando se mezclan lodo, fluidos y gases en el interior de la tierra y bajo presión. Si encuentran una grieta o un respiradero, lo utilizan como vía de escape y entra en erupción. Normalmente suelen pasar muy desapercibidos, ya que el lodo burbujea de forma silenciosa. Sin embargo, cuando contiene metano, un gas muy inflamable, la erupción puede ser mucho más violenta y ofrecer un espectáculo de llamaradas como se puede observar en el video.
Los científicos aprovechan estos sucesos para estudiar el interior de la superficie terrestre, desde temperaturas hasta composición química. De hecho, una erupción volcánica de lodo puede expulsar materiales que se encuentran hasta a 10 kilómetros de profundidad. De esta forma pueden desarrollar esquemas 3D sobre lo que sucede en el interior del planeta.
La mayoría de los volcanes de lodo se encuentran en países asiáticos. Otro ejemplo es el volcán de lodo Lusi. Abarca 17 kilómetros de distancia y se encuentra activo desde hace más de 18 años.
Su origen data de 2016 cuando unos agricultores de arroz de Sidoarjo Regency, Indonesia, amanecieron con la siguiente escena: Un suelo roto, agrietado y que expulsaba vapor. A lo largo de las semanas, a este vapor se unían el lodo hirviendo, agua y gas natural. Al ver que la erupción se intensificaba y que el lodo se esparcía por las parcelas, tuvieron que evacuar a todos los residentes. Ellos no perdían la esperanza en que cesaría pronto.
Sin embargo, no se detuvo. El gobierno de Indonesia tuvo que empezar a construir diques para contener el lodo y detener la propagación. Algo que tuvo que repetir en varias ocasiones porque el barro los sobrepasaba. De hecho, a día de hoy miden cerca de 30 metros.
Finalmente, pudieron detener la propagación, pero no sin antes acabar con una decena de pueblos y obligara a 60.000 personas a irse.
En cuanto a las causas, muchos lo achacaban a un pozo de exploración de gas que se estaba perforando activamente. Sin embargo, el operador de ese pozo, Lapindo Brantas, dijo que la erupción fue natural, y que el desencadenante fue un terremoto ocurrido varios días antes.
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