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Agresión policial

VÍDEO | Brutal agresión de un policía de Arkansas a un preso esposado: puñetazos, porrazos y golpes con la puerta del coche

El oficial, captado en vídeo mientras golpeaba a un prisionero que intentaba liberarse, también enfrenta acusaciones de negligencia en un caso previo.

Un oficial de policía en Arkansas ha sido despedido después de que un vídeo lo mostrara agrediendo violentamente a un recluso esposado en la parte trasera de su coche patrulla.

El incidente ocurrió cuando el prisionero, que acababa de ser trasladado desde un hospital, intentó liberarse del cinturón de seguridad, lo que desencadenó la respuesta brutal del oficial Joseph Harris.

En las imágenes se ve a Harris golpeando al recluso repetidamente y estrellando su cabeza contra la puerta del vehículo. El jefe de policía de Jonesboro, Rick Elliott, calificó las acciones de Harris como "impactantes y horrorizantes", ordenando su despido inmediato y prometiendo remitir el caso a los fiscales locales. Además, Harris enfrenta una demanda por negligencia relacionada con la muerte de otro recluso en la misma cárcel donde trabajaba.

El FBI ha sido notificado del incidente, que sigue bajo revisión para tratar de esclarecer exactamente lo ocurrido.

Otro caso similar

Un caso similar nos lleva a Mánchester, donde un oficial de policía ha sido suspendido tras difundirse en redes sociales imágenes que lo muestran agrediendo violentamente a un sospechoso en la Terminal 2 del Aeropuerto de Mánchester.

Estas imágenes revelan al policía uniformado golpeando y pisoteando la cabeza de un hombre inmovilizado en el suelo mientras sostenía una pistola táser en la mano.

La suspensión del agente se produjo después de que las autoridades realizaran una "revisión exhaustiva" del incidente, según indicaron en un comunicado. El comportamiento del oficial, captado en los vídeos, ha desencadenado una ola de indignación pública y ha suscitado preocupaciones sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía.

En respuesta a este incidente, decenas de manifestantes se congregaron frente a la comisaría de policía en Rochdale, al norte de Mánchester, coreando consignas como "¡GMP, qué vergüenza!", en protesta por la agresión policial. Los manifestantes exigieron justicia y una investigación transparente sobre lo ocurrido.

Antes de la aparición de las imágenes, un portavoz de la Policía defendió la actuación de los agentes, alegando que estos habían sido atacados mientras intentaban arrestar a los sospechosos, quienes habrían intentado desarmarlos. Sin embargo, la divulgación del vídeo cambió rápidamente la narrativa, llevando a la suspensión del agente involucrado.

El caso ha sido remitido a la Oficina Independiente de Conducta Policial (IOPC, por sus siglas en inglés), que ha asumido la responsabilidad de investigar a fondo lo sucedido. Esta oficina se encarga de supervisar las investigaciones sobre la conducta policial en Inglaterra y Gales, garantizando la transparencia y la rendición de cuentas.

El incidente ha generado también repercusiones políticas. El diputado laborista Paul Waugh calificó el suceso como "perturbador" y expresó su preocupación a las autoridades policiales locales. Waugh apoyó la decisión de apartar al agente y enfatizó la necesidad de una investigación minuciosa.

La Policía de Mánchester emitió un comunicado en el que reconoció la inquietud generada por este incidente y afirmó haber actuado rápidamente para suspender al agente mientras se lleva a cabo la investigación. La comunidad y los líderes políticos esperan que esta investigación aclare los hechos y asegure la implementación de medidas que eviten que se repitan este tipo de situaciones.

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