EEUU
“Cuando los agentes intentaron detener a los individuos descritos por el personal de seguridad de la tienda, el encuentro escaló en un incidente de uso de fuerza”
El pasado miércoles, varios agentes de Policía adscritos a la 'Lancaster Sheriff’s Station' recibieron una llamada a la línea 911 en la que se requería su atención por un supuesto robo en una tienda ubicada la West Avenue, Los Ángeles (EEUU). La intervención de los agentes terminó convirtiéndose un impactante episodio de violencia.
En cuanto los agentes llegan al lugar del supuesto robo, abordan a un hombre y a una mujer que respondían a la descripción que había hecho quien llamó para denunciar el delito. "Cuando los agentes intentaron detener a los individuos descritos por el personal de seguridad de la tienda, el encuentro escaló en un incidente de uso de fuerza", declaró la Policía en un comunicado que ellos mismos publicaron.
En el vídeo -grabado por la mujer a la posteriormente agredirían- se ve al hombre preguntando: "¿Por qué estoy bajo arresto... por qué?". A lo que el agente responde: "Usted no está arrestado, usted está detenido", acto seguido le coloca las esposas y la confrontación empieza a subir de tono.
Instantes después, los agentes se ocupan de la mujer, quien estuvo grabando lo sucedido con su teléfono. Ella estaba indignada con la situación: "Usted no puede tocarme", grita ella, y los policías le piden que deje de resistirse para luego tirarla al suelo. A los pocos minutos, uno de los agentes le rocía la cara con gas pimienta. En ese momento, uno de los testigos que estaban presenciando la escena, una mujer llamada Michelle Garrett, graba otro vídeo, cuyas imágenes también se dieron a conocer. En sus declaraciones al canal NBC, esta mujer afirmó que sintió la necesidad de grabar el incidente desde el momento en que vio a los agentes acercarse a los dos individuos. "Fue realmente intenso. Atemorizante. Yo no podía creer lo que estaba viendo".
El cuerpo de Policía fue el que decidió dar a conocer los vídeos por una cuestión de transparencia e informó que los agentes involucrados en la pelea fueron retirados de la calle y cumplen trabajo de oficina mientras se desarrolla una investigación sobre los hechos. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Robert Luna, dijo que, aunque no hará declaraciones sobre las investigaciones en curso, sí dejaba en claro que su oficina se vela por que todos los miembros del público sean tratados con dignidad y respeto y que el persona que no se ajusta a los estándares de entrenamiento de la institución tienen que responder por ello.