HASTA EL MOMENTO HAY DOS MUERTOS

El viceprimer ministro turco pide disculpas por la "violencia excesiva" empleada por la Policía

La ferocidad de la represión de las protestas, que comenzaron por los planes del Gobierno de construir un parque comercial en la plaza Taksim, se han saldado, de momento, con dos fallecidos. El viceprimer ministro turco ha tratado de rebajar los ánimos de las decenas de miles de manifestantes antigubernamentales pidiendo disculpas por la "violencia excesiva" empleada por la Policía.

La parlamentaria opositora turca Aylin Nazliaka entregó al ministro del Interior, Muamer Guler, un bote de gases lacrimógenos convertido en un jarrón con flores como gesto de protesta contra el excesivo uso de este producto por parte de las fuerzas de seguridad para reprimir las manifestaciones antigubernamentales en el país.

Posteriormente, Nazliaka ha afirmado a través de su perfil oficial en Twitter que su "florero" tiene como objetivo animar a Guler a que detenga la violencia policial contra los manifestantes, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.

El viceprimer ministro turco, Bulent Arinc, ha tratado de rebajar los ánimos de las decenas de miles de manifestantes antigubernamentales pidiendo disculpas por la "violencia excesiva" empleada por la Policía en la represión de la manifestación pacífica que ha desencadenado cinco días de disturbios en todo el país.

La ferocidad de la represión de las protestas iniciales el viernes, que comenzaron por los planes del Gobierno de construir en el parque Gezi, en la plaza Taksim, ha sorprendido incluso a los partidarios del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y ha sido condenada también por Estados Unidos.

Hasta el momento dos personas han fallecido y varias decenas han resultado heridas en el marco de las protestas, que se han saldado además con más de mil detenidos.

Entretanto, la principal federación de sindicatos del sector público, el izquierdista KESK, que representa a 240.000 afiliados, ha comenzado una huelga general de dos días, originalmente convocada para defender los derechos de los trabajadores, para protestar contra la represión policial de las protestas pacíficas iniciales.

"Estas operaciones han ahogado el país en gases lacrimógenos. El primer ministro se ha vuelto tan despiadado como para describir a los millones que ejercen sus derechos democráticos (...) de un 'puñado de saqueadores marginales'", ha denunciado KESK en un comunicado.

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