Opinión
Habría que construir nuevos gasoductos, y eso cuesta dinero y llevaría tres o cuatro años. Pero, pensando en el futuro, quizá haya que ponerse a ello.
El máximo responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell, nos ha pedido que gastemos menos energía, porque todo lo que gastamos le sirve a Putin para financiar la invasión de Ucrania.
Ocurre que buena parte del gas y del petróleo que se consume en la Unión Europea procede, precisamente, de Rusia. Uno de los países más afectados es Alemania.
Visto con la perspectiva del tiempo, Alemania se equivocó al entregarse tanto al gas ruso. Y, por una vez, en este caso no es España el país más afectado por una crisis de este tipo, porque compramos poco a Rusia y, además, tenemos una gran capacidad para almacenar gas.
La mayor parte del que consumimos aquí procede de Argelia y de Estados Unidos. El problema es que España no podría, en este momento, convertirse en el país que resolviera el problema de Europa, porque no tenemos las conexiones suficientes para distribuir el gas que España está en condiciones de recibir y de regasificar para su uso.
Habría que construir nuevos gasoductos, y eso cuesta dinero y llevaría tres o cuatro años. Pero, pensando en el futuro, quizá haya que ponerse a ello.