SUS FAMILIAS LOS ABANDONAN PARA HUIR
El asilo "Providencia" de Caracas es un claro ejemplo de la penuria en Venezuela. Lamentablemente, muchos ancianos son dejados a la beneficencia por familias que se han marchado del país huyendo de la miseria.
La hermana Emilia, que dirige el asilo, acoge a los que puede para que no se queden en la calle. Aunque reconoce que en otros momentos podía sustentar a 100 ancianos y ahora apenas tiene recursos para 40.
Los recursos escasean y conseguirlos es un problema aunque para Carlos eso no es nada comparado con tener techo. Estuvo 30 años en la marina mercante y al volver se encontró sin familia e hizo del asilo su hogar. Para Carlos, como para los demás, la casa de la hermana Emilia es su último rayo de esperanza.