REPORTAJE 'VENEZUELA AL LÍMITE'
El 5 de marzo de 2013 supuso el fin del chavismo con Hugo Chávez y Nicolás Maduro tomó el testigo en una situación de inestabilidad política, pero cuando el país todavía estaba creciendo. Sin embargo, tres años después, la grave crisis económica que atraviesa el país, el desabastecimiento en los supermercados, y la falta de libertades, sitúan al chavismo en su peor momento.
Las manifestaciones en Venezuela son continuas, los ciudadanos se quejan del desabastecimiento en los comercios, de la falta de comida y de medicamentos, y lamentan que el precio de un cartón de leche es el de un sueldo.
"En mi nevera no tengo nada que cocinar porque gracias a este gobierno no se consiguen las cosas", dice una señora.
Durante horas, los ciudadanos hacen cola para entrar a los supermercados, pero no saben qué productos podrán conseguir o si habrá suficientes cuando sea su turno. Cada día se enfrentan a colas interminables para conseguir alimentos básicos. "Sabemos que hay una guerra internacional", dice un hombre mientras espera a que sea su turno para comprar comida.
Desde la calle se quejan de que el Gobierno no hace nada por el pueblo y los ancianos no están recibiendo su pensión. Piden a Nicolás Maduro que se vaya, que "está matando de hambre a los niños" y "mucha gente se quiere ir al extranjero a vivir mejor", indica una mujer.
Maduro ha intentado desde su llegada al poder imponer su modelo socialista de control y planificación centralizada, pero ha tenido que hacer frente a un derrumbe general de la economía.
"Los medicamentos no existen en Venezuela no se consigue nada, somos enfermos", dice una señora mayor.
A partir de determinada hora, se trabaja a oscuras. Los venezolanos denuncian la época "inhumana" que viven, y que continúa ahora con los cortes de luz. La polémica medida del Ejecutivo de Nicolás Maudro contempla cortes de cuatro horas diarias en 20 estados del país, aunque en algunas zonas los apagones han llegado a durar hasta diez horas.
Entretanto, las marchas en Caracas continúan, la tensión es más que palpable y cualquier chispa podrían causar un enfrentamiento de consecuencias imprevisibles.