Arte
Sorpresa es lo que han sentido los asistentes a una subasta en París. En ella se vendía una copia de la Mona Lisa por la que esperaban sacar como mucho 90.000 euros pero un comprador anónimo ha hecho saltar por los aires las expectativas.
Ha decidido pagar más de 550.000 euros a pesar de saber que es una réplica pintada en el siglo XVII, cien años después de que lo hiciera Leonardo Da Vinci.
Las razones de tan alto precio solo las sabe el que ya es su nuevo dueño.