LOS MINISTROS DE EXTERIORES DE LA UE

Los Veintiocho tratan en Bruselas la amenaza del EI y la estrategia para Irak y Siria

La lucha contra el extremismo islámico es el tema principal de la última reunión del año de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea. Todos los países colaboran en la coalición internacional para combatir a los yihadistas en Siria e Irak, aunque con distintos niveles de implicación.

El ministro español de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, abogó ante sus homólogos de la Unión Europea por una negociación entre el presidente sirio, Bachar Al Asad, y los opositores en ese país, para lograr una solución política al conflicto en Siria. García-Margallo, que participó en un consejo de ministros de Exteriores comunitario, aseguró que no hubo unanimidad pero sí el respaldo de "varios países" a esa idea, que defiende involucrar a Al Asad en la negociación de la paz, pero no en el futuro del país.

"Si no hay solución militar, la única solución es una solución política, una negociación entre las dos partes", dijo el ministro español en una rueda de prensa tras asistir al encuentro. Según García-Margallo, "la negociación se entabla por definición entre las fuerzas en combate, lo cual quiere decir que Bachar al Asad es parte de la solución aunque no pueda formar parte del futuro".

"Es perfectamente legítimo y posible entablar negociaciones con Bachar al Asad sabiendo que Bachar al Asad no formará parte del futuro de Siria", enfatizó. García-Margallo precisó que sí prevén que forme parte del futuro del país la minoría alauí, "a la que Al Asad representa y que supone un 11% de la población" y, "lo que es más importante, controla desde hace muchos años las fuerzas armadas y de seguridad, la administración y los cuerpos judiciales", recordó.

De ese modo, aseguró que no se repetiría un "error como el cometido en Irak" tras la caída de Sadam Hussein. Esa negociación entre el régimen sirio y la oposición contaría con el respaldo, según García-Margallo, de "los países suníes más importantes, en concreto de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos", una solución en la que habría también oportunidad de "embarcar" a Rusia e Irán, que han mostrado su apoyo a Al Asad.

Entre los estados miembros, el respaldo a esta idea "no ha sido unánime, pero varios países han seguido este razonamiento", dijo el ministro español. La razón de apoyar esa posible salida política se debe a que "llevamos tres años y medio de guerra y no parece que haya perspectiva de una solución militar", según García-Margallo. "El triunfo de la oposición moderada, cuando se esperó hace meses, parece remota", indicó el ministro, para quien el conflicto supone el "desgaste" de los dos bandos "en beneficio" de un tercer actor, el grupo terrorista Estado Islámico (EI), activo en Siria y también en Irak.

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