CANSADOS DE LOS RUIDOS
Hacen rugir los motores para lucir sus ostentosos coches por las calles de Londres y las convierten en el circuito perfecto para acelerar con los últimos modelos de estos deportivos. Son conductores adinerados de países del Golfo que pasan sus vacaciones en la capital inglesa y crean un escaparate de supercoches, un problema para el descanso de los vecinos del exclusivo barrio de knightsbridge.
"Comienzan sobre las 4 de la tarde y siguen hasta las 4 de la mañana. Molestan a las personas que no se encuentran bien o que quieren tranquilidad", describe una londinense. Las autoridades del distrito han tomado nota: planean tomar medidas para evitar los acelerones en plena calle o circular con la música a todo volumen.
Está previsto que en septiembre se aprueben las medidas que pongan fin a estos comportamientos.