64 VÍCTIMAS MORTALES
La destrucción que está provocando el grave incendio que azota Portugal desde este sábado no va permitir que los vecinos recompongan sus vidas fácilmente.
Cuatro días después de que se iniciara el incendio, todavía hay familias que buscan a seres queridos entre los desaparecidos y algunos pueblos se han llenado de esquelas en recuerdo de los que han perdido la vida. Es el caso de Vila Facaia, una localidad donde en una de las pocas puertas que siguen en pie se colocan las esquelas con la lista de fallecidos por las llamas.
Jorge, un vecino de la localidad, nos abre la puerta de su casa, donde vivían sus familiares. Su coche quedó calcinado mientras huían por la fatídica Nacional 236 y sus familiares murieron al intentar escapar del fuego.
Guillermina, por su parte, sigue buscando a su marido, a quien no encuentra desde hace unos días. Ha recorrido todos los hospitales y centros sanitarios cercanos, pero no sabe nada de él y con pesimismo asegura que espera "lo peor".
Los familiares esperan noticias y lo hacen alojados en un centro de acogida donde son atendidos por especialistas y psicólogos que les ayudan a vivir este difícil trance.