LOS CASCOS BLANCOS | EN LA CIUDAD DE IDLIB
Voluntarios de emergencias de los llamados Cascos Blancos, nominados al Premio Nobel de la Paz, han salvado a una bebé siria de menos de 30 días que había quedado sepultada tras un nuevo bombardeo en la ciudad siria de Idlib.
El voluntario que tiene a la pequeña en brazos ha sido identificado, según recoge Europa Press, como Abu Kifah. Los Cascos Blancos suelen ser los primeros en prestar ayuda médica tras los bombardeos y llevan operando en Siria desde 2013.
La bebé estuvo atrapada entre los escombros de un edificio junto a varios miembros de su familia, que también han sobrevivido al ataque. Uno más. Para la liberación de la pequeña se necesitaron hasta cuatro personas, y según la sacaron fue trasladada a un hospital debido a problemas respiratorios.
En los últimos años han salvado la vida a más de 60.000 personas.