SE SALDÓ CON DOS MUERTOS Y 48 HERIDOS
Un atentado contra el exministro uribista Fernando Londoño causó la muerte a dos personas y heridas a otras 48, entre ellas el propio exfuncionario, además de sumir a Bogotá en el caos, el pánico y la confusión.
Tras una jornada plagada de cifras y versiones contradictorias, por lo aparatoso del atentado, ocurrido en plena zona comercial y financiera del norte de Bogotá, las autoridades investigan si el ataque se perpetró mediante el sistema de "bomba lapa", nunca antes utilizado en Colombia.
"No sabemos quién está detrás de este atentado", admitió el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al término de un consejo de seguridad con las autoridades bogotanas, judiciales y altos mandos de las fuerzas de seguridad, cuando también confirmó que el atentado iba dirigido contra Londoño.
Horas antes, artificieros especializados habían desactivado un coche bomba en el centro histórico, que, al parecer, iba a ser explosionado frente a las dependencias de la Policía Metropolitana. Mientras que la Policía se apresuró a culpar a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de ambos sucesos, Santos incidió en que aún no se había hallado vínculo alguno que "dé pruebas contundentes entre el primer hecho y el atentado contra el exministro".
A continuación, el presidente ofreció una recompensa de 500 millones de pesos (unos 282.230 dólares) por información que pueda dar con los responsables. El atentado contra el exministro Londoño, que ocupó la cartera de Interior y Justicia entre 2002 y 2004, durante el Gobierno de Álvaro Uribe, afectó además a 12 viviendas, 15 locales comerciales y 10 vehículos, y, sin la certeza del modus operandi, se investigan varias hipótesis.
El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el general Luis Eduardo Martínez, apuntó a que un hombre habría colocado una "bomba lapa" en el capó o en la puerta del automóvil blindado de Londoño. "Una bomba lapa es una bomba que acondicionan para ser pegada, imantada a la superficie del automóvil, por debajo, por detrás, por los lados, por encima. Es lo que aparentemente se puede establecer por la forma como quedó el vehículo", explicó a periodistas Martínez.
Nunca antes en Colombia se había utilizado este tipo de artefacto que, según recordó el comandante de la Policía, es el que empleaba la banda terrorista vasca ETA. El fiscal general, Eduardo Montealegre, optó por tratar el asunto con prudencia y dijo: "contamos ya con serios elementos de juicio para determinar cómo fue el modus operandi (...) que va a quedar bajo reserva".