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Vicente Vallés se 'mete' dentro del número 10 de Downing Street para explicar el 'brexit' desde la residencia y oficina de Theresa May

En Reino Unido se busca la fórmula mágica para sacar adelante el 'brexit' y, por ello, Theresa May ha viajado a Bruselas para hablar con las insituciones europeas. Es un momento clave, y casi definitivo del proceso que debe llevar a la salida del Reino Unido de la Unión Europea el 29 de marzo. Los próximos cuatro meses prometen ser frenéticos porque no solamente está en juego el 'brexit', sino también la continuidad en el cargo de la primera ministra británica.

La Unión Europea y Reino Unido no han conseguido ponerse de acuerdo para permitir la salida del país anglosajón de la institución europea. La reunión había comenzado algo después de las 17.30 horas y May fue vista saliendo del edificio de la Comisión en torno a las 19.20 horas , aunque no hizo declaraciones a la prensa.

Estaba previsto que ambos líderes dedicaran el encuentro a intentar pactar los documentos que los líderes de los Veintisiete deberán aprobar en su cumbre extraordinaria del próximo 25 de noviembre. May ya logró el pasado miércoles el apoyo de su Gabinete al acuerdo alcanzado entre los negociadores de Londres y Bruselas, tras una larga reunión con sus ministros, aunque se enfrentará al mayor de los obstáculos a nivel nacional para darle salida: la aprobación por parte del Parlamento de Westminster.

Este acuerdo pasó por la lupa de los Veintisiete el pasado lunes, donde representantes de los Estados miembros respaldaron el texto "de manera global", según el negociador jefe europeo, Michel Barnier. El político francés aseguró entonces que el pacto alcanzado es "justo y equilibrado", tiene en cuenta la posición del Reino Unido y "prepara el terreno" para alcanzar posteriormente una "asociación ambiciosa" con ese país. "Estamos en un momento decisivo de este proceso. Nadie debería perder de vista el progreso que se ha alcanzado en Bruselas y en Londres", advirtió el negociador europeo.

Pese a que Barnier abanderó entonces la unidad de los Veintisiete sobre el texto preliminar, varios Estados miembros plantearon en esa misma reunión y de manera pública posteriormente algunas reservas en capítulos como Gibraltar o la pesca. Entre esos países está España, que quiere mayores garantías jurídicas de que tendrá la última palabra en cualquier futuro acuerdo con Gibraltar y considera que ahora no existe suficiente certidumbre en las palabras empleadas en el texto.

En cuanto a la pesca, España está también entre el grupo de países que han expresado su preocupación por el hecho de que el texto de la retirada no incluye el acceso de la flota pesquera europea a las aguas territoriales del Reino Unido tras el final del período de transición. La negociación de acceso ha quedado fuera del acuerdo de salida y queda pospuesta a las conversaciones sobre la relación futura, que comenzarán tras el 29 de marzo de 2019 y en la que entrarán también los términos de un futuro tratado comercial, algo a lo que se oponen España, Francia, Bélgica y Holanda, entre otros.

Estos dos capítulos deberán quedar cerrados en el acuerdo de salida antes de que los líderes puedan respaldar el texto íntegro en la cumbre del próximo domingo, para lo cual los negociadores de ambos equipos seguirán trabajando bajo las directrices de Juncker y May.

La primera ministra británica volverá a Bruselas el sábado para volver a reunirse con el jefe del Ejecutivo comunitario, un nuevo encuentro que se antoja clave para garantizar que los Veintisiete tengan un texto que aprobar el domingo.

Los representantes de los jefes de Estado se reunirán en Bruselas este viernes para revisar el progreso en los documentos, y no se descarta una nueva reunión de los embajadores de los Veintisiete antes de que concluya la semana.

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