Vacuna del coronavirus
La paralización de los ensayos de la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford por una reacción adversa a una paciente ha generado una gran preocupación en medio mundo. Este miércoles se informaba de que la compañía farmacéutica AstraZeneca y el centro universitario habían suspendido los ensayos de la que parecía ser la vacuna más avanzada, y con la que cuenta la Unión Europea, incluida España.
Los ensayos se suspendían porque uno de los voluntarios ha enfermado. Ahora hay que comprobar si esa enfermedad es consecuencia de la vacuna.
Según han explicado desde los laboratorios de AstraZeneca, se trata de una pausa voluntaria y habitual, al tratarse de un procedimiento riguroso. "Es algo que sucede en multitud de ensayos en muchas ocasiones, parece prudente detener el estudio y analizar lo que ha sucedido", asegura Carlos Estévez.
Lo que ha sucedido es que una voluntaria ha presentado una mielitis transversa: una inflamación de la médula espinal. "Es una entidad de origen inflamatorio que se resuelve momentáneamente en la mayoría de los casos y podría tener la causa en infecciones virales", ha explicado el doctor Juan Martínez.
La vacuna de la Universidad de Oxford se encontraba en la fase 3 y estaba siendo probada en 30.000 personas de varios continentes. Uno de los primeros voluntarios de Sudáfrica, Pablo Andrés Berra, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad, recordando que ha sido "un solo caso de los 30.000".
Los expertos también hacen un llamamiento a la calma. Las empresas occidentales que lideran la búsqueda de la vacuna recuerdan que solo se distribuirán dosis cuando acaben satisfactoriamente todos los ensayos clínicos.