TRAFICANTES EN ROMA
Una pitón albina de tres metros de longitud era usada como arma de disuasión por un grupo de traficantes en Roma. El animal custodiaba sus alijos de cocaína y, además, era utilizada para amenazar a quienes les debían dinero.
Los criminales la alimentaban poco, para hacerla más agresiva. La policía tuvo que darle una gran cantidad de pollo para que se calmara.