LAS ENCUESTAS APUNTAN HACIA EL 'SÍ'
Dispuesto a todo. Así llega David Cameron a Edimburgo. Ha proclamado que quiere más al Reino Unido que ha su propio partido.
El primer ministro ha suplicado a los escoceses que no se separen, afirmando que tendrá "el corazón destrozado si esta familia de naciones que están unidas y que han hecho tantas cosas juntas se desgarra".
Ha advertido que se trata de una decisión irreversible y que un voto a favor de la independencia será un salto en la oscuridad que tendrá consecuencias.
Para los defensores del 'sí' su visita a tierras escocesas llega tarde y es una muestra de la desesperación del gobierno de Londres.
Más fácil lo tiene el líder de los laboristas. Ed Milliband también viaja a Escocia para sumarse a la campaña del no, aunque ha evitado cruzarse con el primer ministro. Su rival político en Londres.
Faltan ocho dias para el referendum y el temor a la secesión ha provocado que inversores y clientes de bancos escoceses hayan empezado a trasladar millones de libras a entidades inglesas.
La última en pronunciarse ha sido la Reina Isabel II que ha recordado, a quienes pedian que interviniera, que la corona es neutral y el referendum un asunto de los escoceses.