Crisis migratoria
La crisis migratoria también supone un desafío para la Unión Europea, que ha recordado a Marruecos que recibe millones de euros por cooperar a controlar las fronteras.
La crisis migratoria que se ha iniciado esta semana supone también un desafío diplomático para la Comisión Europea. Desde Bruselas le recuerdan a Marruecos que recibe millones de euros a cambio de su cooperación en las fronteras.
Hoy, en Bruselas, se ha escuchado un recado bastante nítido para las autoridades marroquíes. La Comisión deja claro que si existe un acuerdo firmado y ellos deciden romper su parte, descuidando la gestión migratoria, puede tener consecuencias en los miles de millones que la Unión Europea sigue pagando cada año.
En los últimos 7 años, se ha pagado más de 7.000 millones al país por su colaboración en cuestiones migratorias y de apoyo en la frontera. Fuentes diplomáticas cuentan que los marroquíes son los primeros que saben que España es su principal valedor en la Unión Europea, pero que con estos gestos lo están poniendo todo en peligro.
España da por bueno el apoyo de Europa
Por su parte, España ha dado por buenas este viernes las medidas y advertencias que la Unión Europea le ha hecho a Marruecos. Fuentes diplomáticas han señalado a Europa Press que no existen más mecanismos de la UE para reaccionar ante la situación que se vivió en la frontera de Ceuta el pasado miércoles.
No obstante, desde el Gobierno español señalan que lo ocurrido supone un "chantaje" y consideran que las autoridades de Marruecos han hecho una dejación de sus funciones en la frontera. Mientras, la embajadora marroquí en España también ha advertido al Ejecutivo desde Rabat de que, si España opta por sacar a Brahim Gali de España de la misma forma que entró, se puede "optar por el estancamiento y empeoramiento de las relaciones" bilaterales.
A pesar de esta situación, España ha valorado como positivos los últimos movimientos de advertencia de la Unión Europea y los ha calificado como una intervención "quirúrgica". Considera que el conflicto diplomático con Marruecos ya ha tenido un coste político para el país africano. Por este motivo, se enfría la opción de congelar las partidas europeas que recibe Rabat por la cooperación en el control de las fronteras.