PAKISTÁN ES EL PAÍS CON MAYOR TASA DE MORTALIDAD
El país en el que se nace importa. Es más, los niños que nacen en Pakistán tienen casi 50 veces más probabilidades de morir que los que lo hacen en Japón, según se desprende de los datos publicados por el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), que ha alertado de que las cifras mundiales de mortalidad de recién nacidos siguen siendo "alarmantemente altas", sobre todo en los países más pobres.
"Aunque hemos reducido en más de la mitad el número de muertes entre los niños menores de 5 años en los últimos 25 años, no hemos hecho progresos similares a la hora de poner fin a las muertes entre niños de menos de un mes", ha lamentado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta H. Fore.
Según la agencia de la ONU, cada año 2,6 millones de bebés nacen antes de cumplir su primer mes de vida, mientras que un millón de ellos mueren el mismo día en que vieron la luz -unos 7.000 al día-, mientras que otros 2,6 millones de niños nacen muertos en todo el mundo cada año.
Según UNICEF, más del 80 por ciento de las muertes de recién nacidos se deben a que estos son prematuros, a complicaciones durante el parto o a infecciones como la neumonía o la sepsis. Todas estas muertes son prevenibles con acceso a matronas mejor entrenadas, junto a otras soluciones de probado éxito como son agua limpia, desinfectantes, lactancia materna durante la primera hora de vida, contacto piel con piel y una buena nutrición.
Sin embargo, la falta de trabajadores sanitarios y matronas bien formados conlleva que miles de bebés no reciben el apoyo que necesitan para sobrevivir al nacer. Así, por ejemplo, en Noruega hay 218 médicos, enfermeras y matronas por cada 10.000 personas, mientras que en Somalia el ratio es de 1 por cada 10.000.
Las consecuencias de todo ello son evidentes en los países con rentas bajas, donde la mortalidad entre los recién nacidos se sitúa en las 27 por cada 1.000 nacimientos, frente a los 3 muertos por cada 1.000 nacidos en los países más ricos, es decir, mueren nueve veces más niños en los primeros que en los segundos.
No obstante, como resalta UNICEF, existe una diferencia entre las tasas de mortalidad de recién nacidos y el número de recién nacidos que mueren anualmente, puesto que en países con un número elevado de nacimientos las tasas de mortalidad pueden ser más bajas que en otros con menos recién nacidos, pero la cifra real de muertos es mayor.
La lista de los países con la tasa de mortalidad entre recién nacidos más alta la encabeza Pakistán, con uno de cada 22 niños que nacen; seguido por República Centroafricada (uno de cada 24); Afganistán (uno de cada 25); Somalia (uno de cada 26); Lesoto (uno de cada 26); Guinea-Bissau (uno de cada 26); Sudán del Sur (uno de cada 26); Costa de Marfil (uno de cada 27); Malí (uno de cada 28); y Chad (uno de cada 28).
En este 'top ten' de países con más bebés que mueren al nacer, ocho son países del Africa Subsahariana, una región en la que las mujeres embarazadas tienen muchas menos probabilidades de recibir asistencia durante el parto debido a la pobreza, a los conflictos y las débiles instituciones.
La otra cara de la moneda, los países en los que los niños tienen más opciones de salir con vida a su nacimiento, la encabeza Japón, con una mortalidad de uno por cada 1.111 recién nacidos. A continuación se sitúan Islandia (uno de cada 1.000); Singapur (1 de cada 909); Finlandia (uno de cada 833); Estonia (uno de cada 769); Eslovenia (uno de cada 769); Chipre (uno de cada 714); Bielorrusia (uno de cada 667); Luxemburgo (uno de cada 667); Noruega (uno de cada 667); y Corea del Sur (uno de cada 667). España se sitúa en el puesto 14, con uno de cada 500.
UNICEF ha subrayado que si todos los países redujesen su tasa de mortalidad de recién nacidos por debajo de la media de los países de ingresos altos, podría salvarse la vida de 16 millones de recién nacidos para 2030.
Asimismo, la agencia de la ONU ha puesto el acento en que dentro de los países también se producen disparidades. Así, subraya el informe, los bebés cuyas madres no han recibido una educación tienen casi el doble de riesgo de morir tras su nacimiento que aquellos cuyas madres han completado al menos la educación secundaria. Por otra parte, los bebés nacidos en las familias más pobres de un país tienen un 40 por ciento más de probabilidades de morir que los que nacen en las familias menos pobres.