DÍA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL
UNICEF pone en marcha la iniciativa #TheUnescapeRoom con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil. Cogiendo como dinámica las salas de escape, donde los participantes de este juego tienen que resolver un enigma para salir de la sala, la organización mundial quiere concienciar sobre la situación de muchos niños y niñas en países subdesarrollados y en vías de desarrollo.
Los participantes entran en una sala que simula una mina de oro en Camerún. Los protagonistas son un grupo de personas anónimas que se ofrecieron a vivir este juego, esa simulación, sin saber lo que les esperaba.
El espacio ha recreado las condiciones en las que trabajan millones de niños cribando tierra y encontrando pepitas de oro. Hasta hay un actor que interpreta el papel de capataz gritando. Esta situación es la que, por ejemplo, vive Kalala, una niña de 13 años. “Tenía cinco años cuando empecé a trabajar en las minas de diamantes. Hay muchos peligros y nos hacen sufrir mucho”.
El director ejecutivo de UNICEF Comité Español, Javier Martos, lamenta que “un niño que trabaja en condiciones extremas está siendo privado de todos sus derechos. Sin acceso a la salud, a la educación o al juego, para estos niños la vida es un infierno”.
Casi la mitad de todos los niños que trabajan, 73 millones, realizan trabajos peligrosos, como la manipulación de productos químicos, respirando sustancias tóxicas, el transporte de cargas pesadas o llevar a cabo labores en las alturas, bajo el agua, en recintos confinados o por la noche. África Subsahariana es la región con la más alta incidencia de niños trabajadores, seguida por Asia y América Latina.
La comunidad internacional se han comprometido a acabar con el trabajo infantil forzoso para el año 2025. De hecho, es una de las metas contempladas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Desde el año 2000, el número de niños y niñas que trabajan en situaciones peligrosas se ha reducido en más de un 50%, sin embargo, en los últimos años la caída ha sido más lenta. Por ello desde UNICEF hacen un llamamiento a “actuar con rapidez si queremos cumplir la promesa y que ningún niño tenga que trabajar en las peores condiciones en 2025”.