EN SIDNEY, AUSTRALIA
Un usuario del tren de Sydney casi ha estado a punto de morir arrollado. El pasajero caía a la vía tras un balanceo y un tropiezo. En ese momento se percata de que venía un tren a toda velocidad. Otra persona que en esos momentos subía por las escaleras de acceso a la estación se da cuenta de que el pasajero estaba intentando subir al arcén desde la vía y le ayuda. Finalmente ambos se ponen a salvo.
El convoy que consiguió parar iba a 60 kilómetros por hora con una carga de mil toneladas.