MANIFIESTO | LA MAYORÍA DE FIRMANTES SON DEL PPE
Un total de 73 eurodiputados, la mayoría del Partido Popular Europeo (PPE), han enviado una carta al ministro de Finanzas de Países Bajos, Jeroen Dijsselbloem, en la que le piden que dimita de su cargo como presidente del Eurogrupo y se disculpe por sus comentarios sobre los países del Sur de Europa, a los que acusó de gastar el dinero en "alcohol y mujeres".
"Muchos de nosotros no nos sentimos representados por usted desde que conocimos sus comentarios. Es la razón por la que con respeto le pedimos que se disculpe y que dimita de su posición actual", remarca la misiva.
El texto está firmado por setenta eurodiputados, entre ellos todos los representantes del Partido Popular, por el catalán Francesc Gambús (PPE) y por los eurodiputados españoles de la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) Javier Nart, Carolina Punset (ambos de Ciudadanos) María Teresa Gimenez Barbat, Beatriz Becerra y Maite Pagazaurtundúa, la última de UPyD.
En total, la carta está firmada por eurodiputados de quince países, principalmente españoles, italianos y portugueses, entre los que figura el líder del PPE en la Eurocámara, el alemán Manfred Weber y algunos representantes del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) e Izquierda Unitaria Europea (GUE), aunque ninguno español.
En la misiva, estos eurodiputados señalan que las palabras de Dijsselbloem son "discriminatorias, ofensivas y sexistas" y critican que el ministro holandés tuviera la opción de disculparse poco después de conocerse la entrevista y evitara hacerlo, limitándose a apuntar la falta de comprensión del "estilo directo de la cultura calvinista".
"En nuestra opinión, la cultura calvinista no tiene ninguna relación con el desprecio a otras personas. Esa es la razón por la que pedimos de nuevo, como representantes de los ciudadanos europeos, que nos han elegido directamente, que reflexione y que rectifique", afirman los eurodiputados firmantes.
Además, denuncian que las palabras de Dijsselbloem atacan la igualdad, "uno de los valores más importantes que sustentan la UE" y añaden que "respetar estos valores debería ser la primera obligación para cualquier líder europeo".
"Esto incluye asumir que todos los ciudadanos europeos, como cualquier otro ser humano, son igualmente respetables, sin importar su género y su país de origen o residencia", indican los eurodiputados.
"Atacar a un grupo de países como usted ha hecho es atacar a cada uno de los países de la UE. Atacar a las mujeres con expresiones humillantes es atacar a toda la sociedad, hombres y mujeres. Sin distinción", remarcan.