Vacuna coronavirus
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue sin darle importancia al coronavirus, a pesar de los casi 6 millones de contagios y los 160.000 muertos en su país. Bolsonaro sigue insistiendo en que la economía es vital: “Todos vamos a morir algún día. Tenemos que dejar de ser un país de maricas”, ha aseverado. El presidente brasileño, además, se enfrenta a una investigación del Supremo por suspender los ensayos de la vacuna china. La detuvo porque uno de los voluntarios murió. Pero hoy hemos sabido que se suicidó; una muerte que, según los investigadores, no está relacionada con la vacuna.
La decisión del regulador de salud de Brasil de suspender las pruebas de una vacuna contra el COVID-19 de la empresa china Sinovac por un evento adverso severo dificultó la carrera global de las farmacéuticas por la inmunización masiva, pero el presidente Jair Bolsonaro celebró el anuncio.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) informó en la noche del lunes que suspendió las pruebas de Sinovac por un efecto adverso ocurrido el 29 de octubre. Una fuente ha afirmado que el incidente que llevó a la suspensión fue un suicidio. El gobierno del estado de Sao Paulo, donde se llevan a cabo las pruebas, confirmó más tarde que la muerte de un voluntario se había registrado como suicidio y se estaba investigando más a fondo.
Nada que ver con la vacuna
Aunque un voluntario del ensayo murió, la situación no tuvo nada que ver con la vacuna, dijo Jean Gorinchteyn, secretario de Salud del estado de Sao Paulo. “Tuvimos un evento externo que llevó a que se notificara al regulador. Esta vacuna es segura”, dijo.
Dimas Covas, director del Instituto Butantan de Sao Paulo, dijo a periodistas que la resolución del regulador de salud causó “indignación” y se tomó sin ser discutida con los supervisores de las pruebas clínicas. Señaló que la vacuna de Sinovac no había arrojado efectos adversos graves en los ensayos de etapas finales en Brasil.
“Puesto hay que más de 100.000 voluntarios en este momento, puede haber muertes (...) Es un fallecimiento que no está vinculado a la vacuna como tal y no es el momento de interrumpir los ensayos”, apuntó Covas previamente en el día la cadena local TV Cultura.
Anvisa dijo que la información inicial que habían recibido de Butantan no especificaba que la muerte fue un suicidio. “No tuvimos más remedio que suspender las pruebas”, señaló el titular de la agencia, Antônio Barra Torres.