UNA FATALIDAD
La víctima del accidente, Taline Campos, de 25 años, paseaba por la playa cuando recibió el inesperado impacto. Hacía un buen día, pero el cielo se cubrió rápidamente con nubes oscuras.
La mujer, que se encuentra en estado crítico, intentó ser reanimada por los testigos, que también disfrutaban de una caminata por la playa.
Tras el suceso, la ONG Amigos del Agua se ha esforzado en recordar que el agua salada es conductora de la electricidad y que las personas que pasean por la playa son el punto más alto entre la arena y las nubes, lo que, aunque no es frecuente, la joven, en este caso, actuó como un pararrayos.