EL AUTOBÚS DEL FUTURO
Es una especie de autobús
con capacidad para 1.200 pasajeros, que circula por encima del tráfico. Este
año comienzan las primeras pruebas y podrá estar circulando en 2017.
Los grandes atascos en
ciudades como Pekín han inspirado este medio de transporte capaz de saltarse,
literalmente, cualquier embotellamiento o retención. Puede albergar el mismo número de pasajeros
que cuarenta autobuses convencionales.
Este autobús del futuro se
desliza sobre raíles, no contamina y siempre llega puntual. La cabina está
elevada, unos dos metros, por encima del asfalto. El autobús avanza por encima
de los coches que permanecen atascados en la calzada.
Un equipo de sensores detectan
todo lo que ocurre a su alrededor y ante un accidente o colisión el vehículo se
detiene en el acto. La calle por la que discurra deberá tener seis carriles
porque el autobús albergará cuatro en su interior y dos deben quedar libres.
Pese a las dificultades
que presenta la instalación, sus creadores aseguran que es un 20 % más
barata que las infraestructuras del metro. De momento, es sólo un proyecto que
en los próximos meses se probará en China.