EN ROMA POR EL PARTIDO DE EUROPA LEAGUE

Los ultras del Feyenoord causaron "daños imborrables" en la romana fuente de Bernini

Los culpables pasarán a ser invisibles con el tiempo pero los desperfectos permanecerán. Ésa es la sensación que hay en Roma tras los altercados provocados por hinchas radicales del Feyenord, que causaron graves desperfectos en la fuente de la Barcaccia de Bernini de la Plaza de España. Comercio y turismo también se vieron afectados y Roma analiza cómo exigir responsabilidades.

Los hinchas holandeses del Feyenoord provocaron este jueves en su enfrentamiento con la policía en Roma "daños imborrables y permanentes" en la fuente de la Barcaccia de Bernini de la Plaza de España, que había sido restaurada hace pocos meses, según comentó a los medios locales el superintendente de Bienes Culturales de Roma, Claudio Parisi. Parisi reveló además que "los daños a la fuente son seguramente mayores de los que se observaron en una primera inspección". Se refirió a "varios rasguños y golpes en la superficie", provocados por los lanzamientos de botellas y lamentó que "los culpables pasen a ser invisibles con el tiempo", mientras que los desperfectos permanecerán.

"Creo que estas personas, probablemente con su ignorancia, no tienen ni siquiera condiciones psicológicas ni culturales para darse cuenta de que estaban destruyendo una de las fuentes de uno de los mejores artistas de la humanidad", afirmó el alcalde de Roma, Ignazio Marino. Añadió que la capital tiene "un problema como una casa" en materia de seguridad, definió como "inaceptable" la situación de este jueves y habló de una "ciudad insegura". "Italia debe tener la misma seguridad que París, Londres o la propia Amsterdam", pidió Marino, quien sostuvo que "las personas ayer salieron corriendo" en unos disturbios que afectaron, además de al patrimonio, "a ciudadanos, turistas y negocios".

Tras tener una "larga conversación" con el embajador holandés, Marino dijo querer transmitir al país "una señal fuerte y clara" de que los italianos son "personas civilizadas y educadas" que no dañan el país que ocasionó los altercados.

Por su parte, los daños que sufrieron los comerciantes tras verse obligados a un "cierre forzado" de sus negocios ascienden a tres millones de euros, según dijo el presidente de la asociación Confcommercio Roma, Rosario Cerra. Cerra sostuvo que "los perjuicios provocados por los seguidores holandeses han creado una verdadera herida en la ciudad y particularmente en una de las plazas más bellas del mundo". "Daños materiales hacia Roma y sus monumentos, pero también inmateriales, en la red comercial de las zonas aledañas", explicó.

La capital italiana analiza exigir responsabilidades a los seguidores holandeses por los daños causados al patrimonio romano. Durante dos días, los seguidores del equipo holandés de fútbol del Feyenoord, que empató a 1 gol contra el Roma en el partido de dieciseisavos de la Liga Europa, han causado daños en la capital italiana, protagonizando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Este jueves tuvo lugar el suceso más llamativo, cuando se vieron envueltos en una trifulca en la céntrica Plaza de España, en la que hubo lanzamiento de bengalas por parte de los aficionados del Feyenoord contra las fuerzas del orden.

Por su parte, los agentes de policía, con equipamiento antidisturbios, respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y lograron despejar la plaza, que quedó posteriormente llena de restos de plásticos, basura y botellas de cristal.

Roma analiza cómo exigir responsabilidades

El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, y el alcalde de Roma, Ignazio Marino, analizan cómo exigir responsabilidades por los daños causados al patrimonio romano. Tras los altercados, Marino escribió un mensaje en la red social Twitter en el que afirmaba que Roma estaba "devastada y herida". Además, durante las horas posteriores, el alcalde mantuvo conversaciones con el prefecto de Roma y con el embajador de Holanda, Michiel Den Hond. A este último, Marino le propuso retirar el pasaporte a los seguidores holandeses involucrados en los altercados ya que, aseguró, "gente como ellos no es bienvenida en Roma", y pidió que sea Holanda la que asuma los daños económicos ocasionados.

Marino también mostró su malestar por que la Jefatura de Policía y la Prefectura de Roma aseguraran antes de los sucesos que "todo estaba bajo control", ya que no fue así, y exigió responsabilidades a quienes se ocupan del orden público de la capital. "He protestado y pedido explicaciones a quien es responsable del orden público en esta ciudad, permitiendo que monumentos preciosos y recién restaurados como la (fuente) Barcaccia se convirtiesen en el blanco de actos violentos", subrayó. "La gestión de la seguridad tiene fallos grandes e intolerables, ayer tuvieron lugar otros episodios de violencia, esta mañana la Prefectura y la Jefatura de Policía han asegurado que todo estaba bajo control, hemos visto lo que ha ocurrido", agregó entonces.

También el primer ministro, Matteo Renzi, condenó los altercados y aseveró que el Gobierno castigará "con severidad y dureza" a los aficionados holandeses que, "hasta arriba de cerveza", dirigieron este "insulto a la civilización".

Los agentes de policía, con equipamiento antidisturbios, respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y lograron despejar la plaza, que quedó posteriormente llena de restos de plásticos, basura y botellas de cristal. La fuente, que fue restaurada hace pocos meses, mostraba algunos daños y quedó llena de botellas, plásticos y otros objetos que habían sido lanzados por los aficionados holandeses. El día anterior, la Policía italiana arrestó a varios aficionados del Feyenoord acusados de provocar desorden público en la zona de Campo dei Fiori.

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