Reino Unido
El joven no iba a salir aquella noche, pero cambió de idea para ver a un familiar. Los hechos ocurrieron en Reino Unido.
Adam Ellison fue asesinado tras una pelea con dos personas en una motocicleta. Los hechos ocurrieron en 2017 en Prescot, Merseyside, en Reino Unido. Desde entonces la Policía ha realizado 12 detenciones, pero nadie ha sido acusado.
El joven, de 29 años, no iba a salir aquella noche, pero decidió "en el último momento salir a ver a unos parientes que no había visto en tiempo". Ellison era "muy cariñoso y afectuoso y un muy buen hermano", dice su hermana Nicola seis años después en 'Metro.co.uk'.
Su madre explica que "seguiría en casa si no hubiera salido porque estaba en esa etapa en la que le gustaban más las veladas en casa con su novia, pero quería ver a familiares que no había visto en mucho tiempo".
"La última conversación que tuve con él fue cuando me llamó preguntándome si podía quedarse en mi casa porque vivía más cerca. Terminó la llamada diciendo 'te amo mamá' y eso fue lo último que supe de mi hijo", recordó.
Durante la noche, Adam Ellison fue apuñalado mortalmente en el cuello después de verse involucrado en un altercado con dos hombres en una motocicleta. Tras el suceso, nadie ha sido acusado del asesinato.
"Cuando llegamos al hospital vimos todos estos tubos saliendo de él, había una abrazadera en su cuello y había mucha gente trabajando con él", recuerda su hermana. "Nunca olvidaré su pecho y estómago completamente cóncavos mientras le realizaban una RCP, ver cómo se rompían las costillas fue simplemente horrible", ha añadido.
"Cuando un médico nos dijo que ya no podían hacer más por él, solo recuerdo gritarles y rogarles que siguieran adelante porque todavía le quedaba vida, pero ya no estaba", explica. La joven recuerda el grito de su madre como "el peor sonido que jamás había oído".
"Miré a Adam y sus ojos ya no eran azules, se habían vuelto grises. Entonces supe que ya no quedaba vida en él", recuerda.
Después de seis años desde los hechos, la familia de Adam Ellison asegura estar desesperada por recibir "algo de sentido de justicia" mientras la Policía continúa buscando al asesino. Su otra hermana, Joanne, ha afirmado que esperan que la gente dé cualquier información.
Sin embargo, aseguran que nunca podrán sentir que se ha cerrado la situación "porque todo lo que queda en sus corazones es demasiado grande". "Esto ha afectado a toda la familia, todos hemos recibido terapia y a algunos de nosotros nos han diagnosticado trastorno de estrés postraumático", explica Joanne.
Para ayudarlos a superar su dolor, la familia ha fundado la Fundación Adam, que ayuda a educar a niños y jóvenes sobre los peligros de los delitos con cuchillo. "No puedo ni empezar a comprender lo que ha pasado la familia de Adam en los últimos seis años. Sabemos que las respuestas están dentro de nuestras comunidades y que la gente ha optado por permanecer en silencio", dijo el inspector detective Dave Jones.