Guerra Rusia - Ucrania
El presidente ruso acusa a Ucrania de ataques indiscriminados en Kursk y asegura que Moscú continúa repeliendo a las tropas invasoras.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó este miércoles a Ucrania de llevar a cabo una "provocación masiva" tras una incursión fronteriza terrestre en la región de Kursk.
"El régimen de Kiev ha ejecutado una nueva provocación a gran escala. Han bombardeado sin discriminación diversas edificaciones, incluyendo viviendas y ambulancias", declaró Putin en una reunión con el Gobierno transmitida por televisión.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que los enfrentamientos continuaron por segundo día consecutivo, en un intento por expulsar a las fuerzas ucranianas que ingresaron el martes en la región fronteriza. "Durante la noche, las unidades de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa junto con la guardia fronteriza del Servicio Federal de Seguridad (FSB) continuaron atacando a las tropas ucranianas en zonas de Kursk cercanas a la frontera ruso-ucraniana", señaló un comunicado del ministerio.
Miles de residentes de la región de Kursk han sido evacuados debido a los combates.
El gobernador en funciones, Alexéi Smirnov, informó que durante el último día, varias miles de personas abandonaron la zona en vehículos privados con la ayuda del gobierno.
"Las autoridades han preparado refugios para 2,500 personas y ya se ha dado alojamiento a más de 300, incluyendo 121 niños", aseguró Smirnov en un video publicado en Telegram. Añadió que otras regiones rusas están dispuestas a recibir a los desplazados.
Además, debido a la incursión ucraniana, las autoridades de Kursk cancelaron todas las actividades públicas desde la madrugada del martes. Smirnov aseguró haber discutido la situación con el presidente Putin, quien prometió toda la ayuda necesaria para estabilizar la situación.
Mientras tanto, fuentes ucranianas han informado de la captura de soldados rusos, aunque no han confirmado oficialmente la operación.
Según el canal militar ucraniano DeepState, las Fuerzas Armadas ucranianas habrían tomado prisioneros a varios soldados rusos.
Los servicios médicos de Kursk han reportado que la incursión ha dejado cinco muertos y 27 heridos. "Es un nuevo ataque terrorista contra la población civil", declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.
El ataque coincide con el ultimátum de Rusia a Ucrania, exigiendo la aceptación de condiciones impuestas en junio, incluyendo la retirada de las cuatro regiones anexionadas y la renuncia a ingresar en la OTAN.
Las autoridades rusas en la región fronteriza de Kursk han decretado el estado de emergencia a raíz de la ofensiva lanzada por las fuerzas ucranianas.
El gobernador regional, Alexei Smirnov, anunció que esta medida estará en vigor desde este miércoles y permanecerá hasta que la situación mejore, a pesar de que Moscú había informado previamente que la ofensiva había sido frustrada.
Smirnov informó a través de su canal de Telegram sobre la complicada situación operativa en las zonas fronterizas. Destacó que ha decidido implementar el estado de emergencia para mitigar las consecuencias del ingreso de fuerzas enemigas.
El gobernador afirmó que supervisará personalmente las labores de las fuerzas de defensa para prevenir y gestionar cualquier emergencia, asegurando que su compromiso con la región es total y constante. "Mantengo la situación bajo control", señaló Smirnov, quien subrayó que se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la región.
En el transcurso del martes, las autoridades rusas habían reportado que aproximadamente 300 militares ucranianos, acompañados por decenas de vehículos blindados, lanzaron una ofensiva en Kursk.
Este miércoles, Moscú comunicó que había logrado detener el ataque, que finalmente involucró a alrededor de mil soldados enemigos.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Gerasimov, confirmó que las unidades de cobertura fronteriza, junto con la Guardia Fronteriza y las unidades de refuerzo, lograron frenar el avance ucraniano, causando más de 300 bajas entre las tropas atacantes.
Mientras tanto, las autoridades ucranianas no han emitido declaraciones oficiales sobre estos eventos, aunque han denunciado un incremento de los ataques rusos en la región de Sumi, situada en el noreste de Ucrania, desde donde presuntamente se lanzó el ataque contra Kursk según Moscú.
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