CRISIS UCRANIANA

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano llama ''cabrón'' a Putin

Deschitsa se acercó a una manifestación ante la Embajada rusa para calmar los ánimos. El Gobierno de Kiev no romperá relaciones con Moscú ya que de esa manera sería imposible resolver los problemas de los ciudadanos, ha declarado el ministro de Exteriores ucraniano, Deschitsa.  

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrei Deshchitsaha llamado "cabrón" al presidente ruso, Vladimir Putin, durante una manifestación celebrada anoche ante la Embajada rusa en Kiev a la que asistieron unas 200 personas, según informa la televisión rusa RT.

"Putin es un cabrón", dijo Deshchitsa ante los jaleos de los manifestantes. Durante la protesta la Embajada fue atacada con huevos y pintura y la bandera de la fachada rusa fue rasgada. Además, los manifestantes volcaron coches del personal de la Embajada sin que la Policía interviniera en ningún momento.

"Me voy a quedar con vosotros para decir: Rusia, fuera de Ucrania. Putin es un cabrón, ¡eso es!", afirmó Deshchitsa

Deshchitsa llegó con la concentración caldeada supuestamente con la intención de calmar los ánimos e inluso se encaró con algunos de los manifestantes, pero finalmente expresó su apoyo a la protesta, informa la cadena de televisión rusa RT.

"Me voy a quedar con vosotros para decir: Rusia, fuera de Ucrania. Putin es un cabrón, ¡eso es!", afirmó Deshchitsa, cuya frase fue coreada de inmediato por la multitud. La expresión es utilizada por hinchas ucranianos de fútbol y se ha popularizado entre los ambientes antirrusos.

Al ser interrogado posteriormente por el incidente, el máximo responsable diplomático ucraniano argumentó que era necesario proteger la Embajada rusa. "La gente estaba muy enfadad y teníamos que pararlos, impedir que fueran más allá, que atacaran o asediaran la Embajada. Querían quemarla", afirmó en declaraciones a la radio Eco de Moscú.

Desde Moscú, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Duma o Cámara Baja del Parlamento ruso, Aleksei Pushkov, ha reprochado la falta de condena de Estados Unidos y sus aliados a este ataque. "El Consejo de Seguridad no ha condenado el ataque contra la Embajada rusa en Kiev, lo que implica que tienen libertad para atacar embajadas", ha argumentado.

Un diputado del partido Rusia Unida de Putin, Viacheslav Nokonov, ha denunciado que la pasividad de Occidente supone dar "carta blanca" a Kiev, "no solo para asesinar, perpetrar un genocidio, destruir ciudades pacíficas y atacar a la población, sino también para atacar abiertamente los intereses de Rusia".

Andréi Deschitsa, se acercó al filo de la medianoche a la embajada rusa en Kiev para calmar a los manifestantes que estaban atacando el edificio y para señalar que Ucrania no contempla romper relaciones diplomáticas con Rusia, informaron medios de este país.

El ministerio de Asuntos Exteriores ruso protestó por la pasividad de Kiev en la protección de embajada

"Si rompemos las relaciones diplomáticas con Rusia, no podremos resolver los problemas de nuestra gente, ciudadanos ucranianos, que residen en Rusia", dijo Deschitsa en la puerta de la misión diplomática rusa en Kiev.

Una manifestación para protestar por el apoyo de Moscú a los separatistas del sureste de Ucrania se tornó en un ataque con adoquines, paquetes explosivos e incluso un cóctel molotov contra el edificio de la embajada rusa.

Los manifestantes más radicales volcaron los coches diplomáticos aparcados frente a la legación y lograron descolgar la bandera rusa que ondeaba en el edificio, en medio de la pasividad de las fuerzas antidisturbios que se encontraban en las inmediaciones.

El ministerio de Asuntos Exteriores ruso protestó por la pasividad de Kiev en la protección de embajada y pidió a la OSCE que no permita provocaciones contra la sede diplomática rusa en Ucrania.

Poco después, la cancillería ucraniana informó de la detención de los provocadores que instigaron el ataque a la embajada y aseguró que "el Gobierno de Ucrania toma todas las medidas para (...) restablecer la seguridad de la legación diplomática".

La mayoría de los manifestantes, que exigían el "fin de la injerencia de Rusia en los asuntos internos de Ucrania", se dispersaron pasada la medianoche.

El Gobierno de Kiev y también algunos países occidentales, como Estados Unidos, han denunciado el apoyo directo de Moscú a los insurgentes prorrusos tanto con mercenarios como con armas, incluso con tanques, según Washington.

Al menos 54 soldados ucranianos murieron el sábado a manos de los rebeldes prorrusos, 49 de ellos tras ser derribado un avión militar, en la jornada más negra para las fuerzas gubernamentales desde el inicio hace dos meses de la operación antiterrorista en el sureste del país.

 

 

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