EEUU
La viajera estadounidense recogió las deposiciones en Kenia y las llevó a EEUU con intención de hacer collares, algo que ya había hecho usando excrementos de alce en su casa de Iowa.
Kenia se ha convertido en uno de los países de moda del turismo exótico. Muchos de los turistas se desplazan hasta el país africano para conocer sus tribus variadas, para contemplar sus naranjas atardeceres o para descubrir sus espectaculares hábitats plagados de fauna y flora.
Eso es lo que la mayoría de los turistas hacen en Kenia, pero hay otros que se dedican a hacer algunas actividades un poco más curiosas y originales.
Es el caso de una viajera estadounidense, que aprovechó sus vacaciones para recoger las deposiciones de una jirafa y llevárselas con ella de vuelta a Estados Unidos con intención utilizarlas para hacer abalorios para collares. Como si fuera la cosa más normal del mundo, se las guardó en una caja con el propósito de llevárselas a su casa, e incluso las declaró en el aeropuerto.
Quizá ese fue su error. Cuando los funcionarios vieron el objeto que había declarado, la mujer fue detenida en la aduana para ser inspeccionada por especialistas en agricultura, tras aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Mineápolis-Saint Paul, según informó su Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en un comunicado: "La pasajera declaró heces de jirafa, afirmó que había adquirido los excrementos en Kenia y que planeaba hacer un collar, algo que ya había conseguido usando excrementos de alce en su casa de Iowa".
La caja fue requisada y su contenido fue destruido mediante una esterilización con vapor, tal y como recoge el protocolo.
Existe un peligro real al intentar introducir material fecal en un país sin un permiso específico de los servicios veterinarios estatales porque, actualmente, Kenia se ve afectada por la peste porcina africana, la peste porcina clásica, la enfermedad de Newcastle, la fiebre aftosa y la enfermedad vesicular porcina.
"Si esta persona hubiera ingresado a los EEUU y no hubiera declarado estos artículos, existe una alta posibilidad de que haya contraído una enfermedad a causa de estas joyas y haya desarrollado problemas de salud graves", dijo la directora de Aduanas y Protección Fronteriza, LaFonda Sutton-Burke.