ante los avances en las negociaciones comerciales
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha pedido a China que levante "de inmediato" los aranceles a los productos agrícolas estadounidenses ante los avances en las negociaciones comerciales entre ambos países. "He pedido a China que levanten de inmediato todos los aranceles a nuestros productos agrícolas (incluida la carne de vaca, de cerdo, etcétera) por lo bien que estamos avanzando en las negociaciones comerciales", afirmó Trump en un mensaje en Twitter.
El líder estadounidense también citó su reciente decisión de aplazar un aumento del 10 al 25% de los aranceles a importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares, que iba a entrar en vigor esta próxima medianoche. "Esto es muy importante para nuestros granjeros, ¡Y para mí!", añadió el mandatario.
La petición de Trump responde a las consecuencias que está teniendo la guerra comercial entre EEUU y China para las comunidades rurales estadounidenses, donde se concentra gran parte de la base social del mandatario.
La semana pasada, la gobernadora de Dakota del Sur, la republicana Kristi Noem, avisó de que la guerra comercial ha "devastado" su estado. Fue precisamente el pasado fin de semana cuando Trump decidió aplazar la subida de aranceles al término de una nueva ronda de conversaciones comerciales entre su equipo y la delegación china.
Trump destacó los "sustanciales avances" en una serie de "asuntos estructurales", como la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual, la agricultura y las divisas. Asimismo, el presidente se mostró optimista sobre la ratificación de un acuerdo que podría darse en marzo en una "cumbre" con su homólogo chino, Xi Jingping, en Mar-a-Lago, la residencia que Trump tiene en Florida.
Xi y Trump acordaron en diciembre una tregua de aranceles de 90 días, unos meses en los que China ha adoptado varias medidas de buena voluntad para cerrar un acuerdo, como la bajada de gravámenes a los vehículos de EEUU y la reanudación de la compra de soja de este país. Sin embargo, en Washington ha habido cierto escepticismo al considerar que en estos meses Pekín ha mostrado poco interés en aceptar cambios en los asuntos de mayor calado.