HABRÍA SUCEDIDO EN 2016
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, deberá contestar por escrito y bajo juramento a las preguntas de la acusación en el proceso por difamación abierto por Summer Zervos, quien demandó al mandatario en enero de 2017.
La medida responde a un acuerdo alcanzado entre ambas partes y que se presentó ante el tribunal de Nueva York encargado del proceso judicial, según informa el diario The Washington Post y recoge EFE. La legislación del estado de Nueva York exige que este tipo de testimonio, aunque sea por escrito, se produzca bajo juramento, por lo que, en caso de mentir, se puede caer en perjurio.
El caso se remonta a octubre de 2016, cuando Zervos, ex concursante de la quinta temporada del popular programa televisivo The Apprentice presentado por Trump hace años, aseguró en plena campaña electoral que el ahora presidente había abusado sexualmente de ella.
El magnate rechazó públicamente esas alegaciones y atacó en repetidas ocasiones a Zervos, por lo que esta decidió presentar una denuncia por difamación contra él ya por entonces inquilino de la Casa Blanca. De acuerdo con la versión de la demandante, Trump la había manoseado y besado contra su voluntad en el hotel Beverly Hills de Los Ángeles, frente a lo que el entonces candidato republicano a la presidencia respondió que se trataba de acusaciones falsas.
La abogada Gloria Allred de Zervos destacó que su clienta decidió a salir a la luz pública al comprobar que era solo “una de las muchas mujeres” afectadas por el comportamiento de Trump una vez que se hizo público un vídeo de 2005 en el que el magnate se jactaba, en tono muy despectivo y vulgar, de poder hacer lo que quería con las mujeres en el plano sexual.
Zervos aseguró entonces que retiraría su denuncia “inmediatamente” y sin exigir compensación económica si Trump se retractaba de sus “declaraciones falsas y difamatorias” acerca de ella y lo sucedido, pero esto nunca se produjo.