ESTADOS UNIDOS
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha advertido a los líderes del Congreso de que está dispuesto a mantener el actual cierre del Gobierno durante "meses o años" hasta que los demócratas accedan a financiar la construcción de un muro en la frontera con México.
El Gobierno estadounidense funciona a medio gas, tanto los demócratas como algunos republicanos, se ha negado a liberar 5.000 millones de dólares para construir el polémico muro, haciendo naufragar así el acuerdo sobre el nuevo techo de gasto.
Trump se vio con los líderes de ambos partidos en el Congreso y lo ha vuelto a intentar, a pesar de que los demócratas aprobaron un paquete legislativo que contempla los fondos necesarios para reactivar el Gobierno y una partida especial para seguridad fronteriza, pero no el muro.
Los demócratas han enviado un potente mensaje a Trump, aunque podría quedarse solo en eso. El Congreso se renovó el jueves conforme a las 'midterms' del 6 de noviembre. Los demócratas han tomado el control de la Cámara de Representantes, pero su proyecto de ley descarrilará previsiblemente en el Senado, que sigue en manos republicanas.
"Simplemente, hemos tenido una larga y a veces tediosa conversación con el presidente", ha dicho Pelosi a la prensa al término de la reunión. "Hemos acordado continuar con las conversaciones, pero hemos dejado muy claro que en realidad no podremos resolver esto (la cuestión fronteriza) hasta que reabramos el Gobierno", ha insistido.
"La frontera es un problema mucho más peligroso" de lo que creen los demócratas, tiene que ver con migración, tráfico de personas, de armas y de drogas y con "terrorismo", ha recalcado.
Incluso ha revelado que ha sopesado usar sus poderes ejecutivos para declarar una "emergencia nacional" en la frontera y construir el muro sin el visto bueno del Congreso. "Sí, lo he considerado. Y lo puedo hacer, es otra forma de hacerlo", ha respondido a preguntas de los periodistas.
Además, ha reiterado que México pagará el muro, incidiendo en su teoría de que ese dinero saldrá de los beneficios adicionales que Estados Unidos obtendrá del nuevo acuerdo comercial para América del Norte, del que forman parte sus vecinos mexicanos y canadienses. Los 5.000 millones en los que está valorado el muro son "cacahuetes", ha sentenciado.