Estados Unidos
Trump ha expresado su intención de deshacerse de los abogados encargados de investigar la corrupción pública.
El Departamento de Justicia ha sido el último objetivo del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha protagonizado un duro e inusual discurso en el que acusaba a la administración de corrupción y de llevar a cabo una persecución judicial hacia su persona durante los últimos años.
Después de despedir a fiscales nombrados por Biden en febrero, Trump ha expresado su intención de deshacerse de los abogados encargados de investigar la corrupción pública. En un discurso pronunciado este viernes, Trump se presentó como la figura que debe liderar la lucha contra lo que él considera abusos y corrupción dentro del gobierno.
"Como principal responsable de las fuerzas del orden en nuestro país, insistiré y exigiré una rendición de cuentas plena y completa por los agravios y abusos cometidos", ha afirmado Trump, quien también recalcó que el pueblo estadounidense le ha otorgado un mandato que, según él, muchos no imaginaban posible. Además, destacó que este mandato incluye una investigación exhaustiva sobre la corrupción en el sistema gubernamental.
Trump también ha mostrado su preocupación por los recortes que afectan a los veteranos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, quienes ahora se enfrentan a la posible pérdida de acceso a la atención médica debido al despido de miles de funcionarios encargados de su cuidado. La noticia ha generado preocupación no solo en las filas demócratas, sino también dentro del propio Partido Republicano, que reconoce el impacto electoral que podría tener esta medida en los votantes veteranos.
"Enviamos este mensaje a todos los republicanos del Congreso que aún creen en el Estado de derecho. ¡Manténganse firmes!", ha exclamado Trump. "Pueden apoyar a Donald Trump o pueden apoyar a Estados Unidos. Pueden luchar por su carrera o pueden luchar por su país. Pero no pueden hacer ambas cosas", ha insistido.
El discurso de Trump también ha abordado la situación de la salud pública, señalando que la asistencia sanitaria de uno de cada cinco estadounidenses está en peligro tras el anuncio de un recorte de 880.000 millones de dólares en el programa destinado a cubrir a las personas de bajos ingresos. Además, ha criticado los recortes en educación, que incluyen despidos masivos en el Departamento de Educación y la eliminación de programas federales para niños en situación de vulnerabilidad.
En cuanto a la ciencia y la cooperación internacional, Trump ha continuado con su política de recortes, mencionando que sectores como la investigación científica y la cooperación internacional han sido severamente afectados.
Por otro lado, en un evento sin precedentes, Trump ha utilizado el Departamento de Justicia como un escenario para sus quejas personales sobre las investigaciones criminales que han amenazado su carrera política. Desde allí, lanzó duras críticas hacia sus rivales y los medios de comunicación, especialmente a CNN y MSNBC, a los que acusó de ser "brazos políticos" del Partido Demócrata y de llevar a cabo acciones que deberían considerarse "ilegales". En su intervención, Trump también criticó la actuación de los jueces y fiscales que lo investigaron, llamándolos "corruptos" y "trastornados".
Trump, que fue el primer presidente en la historia de EE.UU. en ser condenado por un delito penal, sigue enfrentándose a varios casos judiciales. Sin embargo, con su victoria en las elecciones de noviembre, muchos de estos casos han quedado estancados o los cargos han sido retirados debido a la política del Departamento de Justicia que protege a un presidente en ejercicio de ser enjuiciado.
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