EN UN MITN
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este viernes en un mitin que hay un "hedor persistente" sobre lo que estaba siendo expuesto en el Departamento de Justicia de Estados Unidos y ha prometido que va a deshacerse de eso tal y como ha conseguido su Administración deshacerse de malas personas en el FBI.
Estas declaraciones se han realizado horas después de que el diario 'The New York Times' informara de que el vicefiscal general Rod Rosenstein sugirió el año pasado grabar en secreto al presidente estadounidense y reclutar a miembros del gabinete para invocar una enmienda constitucional para expulsarlo de la Casa Blanca. En esa misma línea, el 'Times' ha asegurado que el vicefiscal general Rod Rosenstein propuso esta estrategia en la primavera de 2017, justo después de que Trump despidiera al director del FBI, James Comey. Para corroborar esto el periódico ha citado a fuentes cercanas a los hechos y a informes redactados por altos funcionarios del Gobierno norteamericano, incluido Andrew McCabe, que asumió el puesto de director interino del FBI tras el despido de Comey.
Ante estas informaciones el presidente ha señalado en un mitin para el candidato republicano al Senado Josh Hawley: "Solo miren lo que está siendo expuesto en nuestro Departamento de Justicia". "Tenemos grandes personas en el Departamento de Justicia, pero hay algunos realmente malos. Ya han visto lo que sucedió en el FBI. Todos se han ido", ha afirmado. "Pero hay un hedor persistente y nos vamos a deshacer de eso también", ha aseverado el magnate neoyorquino.
El 'Times' ha afirmado que Rosenstein le dijo al Departamento de Justicia y a funcionarios del FBI que las grabaciones secretas podrían usarse para exponer el caos del Gobierno tras las revelaciones de que Trump le pidió a Comey que le prometiera lealtad y divulgase información clasificada a los rusos en el Despacho Oval. Rosenstein ha sido muy criticado por los seguidores de Trump por nombrar al Asesor Especial Robert Mueller en mayo de 2017 para encargarse de una investigación federal sobre las sospechas de injerencia rusa en las elecciones estadounidenses y una posible coordinación entre Moscú y la campaña de Trump. Comey dirigió la investigación hasta que fue despedido.