FINALMENTE LO LOGRÓ GRACIAS A UN SINDICATO
Un total de 23 hospitales del norte de Italia rechazaron practicar un aborto a una mujer que así lo solicitaba al alegar en muchos casos objeción de conciencia, si bien finalmente lo logró gracias a la ayuda de un sindicato, según han informado los medios.
La mujer, de 41 años y en su segundo mes de gestación, contactó en diciembre con veintitrés centros hospitalarios de las regiones de Véneto, Friuli Venecia Julia y Trentino Alto Adige (nordeste) para abortar y en todos se opusieron a practicarle dicha intervención.
Natural de Padua y madre de dos hijos, quedó embarazada sin quererlo y, tras consultar con un psicólogo, llegó a la decisión de abortar antes de cumplir los noventa días de gestación, el plazo que permite la ley, según ha explicado al periódico 'Il Gazzettino'.
Fue entonces cuando comenzó su particular "odisea", que la llevó a contactar con un total de veintitrés hospitales que rechazaron practicar su aborto alegando la ausencia de personal por vacaciones y el elevado número de médicos y enfermeros objetores de conciencia.
Finalmente recurrió al sindicato CGIL, uno de los principales del país y que se ha hecho eco de esta noticia en Twitter, y de este modo logró interrumpir su embarazo en el hospital de su ciudad, el primero al que recurrió y en el que fue rechazada. "No olvidaré jamás la falta de profesionalidad y de humanidad que he visto hacia mi persona", ha declarado.
El caso de esta mujer, cuya identidad no ha trascendido, pone de manifiesto una traba frecuente para aquellas que quieren abortar en Italia, a pesar de que el acceso a esta práctica está permitida en todos los hospitales públicos desde 1978.
La Ley 194 establece dos supuestos de aborto: el voluntario, dentro de los primeros 90 días de gestación y por razones de salud, sociales, económicas o familiares y, más allá de ese periodo, el terapéutico, ligado a patologías en el feto o peligro para la madre.
No obstante, su artículo noveno establece que los ginecólogos, anestesistas y enfermeros pueden negarse a practicar un aborto por razones de conciencia, aunque el centro debe garantizar el servicio, que solo puede llevarse a cabo en hospitales públicos y no privados.
Aunque los abortos en Italia se han reducido drásticamente en los últimos años, en la mayoría de hospitales el personal objetor es muy superior al número de médicos dispuestos a interrumpir embarazos. De acuerdo a las cifras del ministerio de Salud sobre el periodo 2013-2014, en Italia siete de cada diez médicos es objetor de conciencia en relación con el aborto.