DURÍSIMAS IMÁGENES
“Here, snatchers are not allowed” ("Aquí, los tirones –robos- no están permitidos"), grita el policía mientras continúa con su tortura. Al tiempo, un tercer hombre, vestido con uniforme de policía, usa su teléfono para grabar la escena mientras su compañero sigue torturando al presunto criminal.
La tortura, infringida en Manila (capital filipina) por un policía a un presunto criminal, ha sido considerada como un ultraje por los abogados de los derechos humanos y el gobierno oficial de Filipinas.