AVANZABA A 80 KILÓMETROS POR HORA
La inmensa columna, con varios metros de altura y un frente de decenas de kilómetros, se formó en el sur de Irak y fue avanzando a unos 80 kilómetros por hora hasta invadir la capital kuwaití. En apenas unos minutos, el cielo se oscureció, siendo prácticamente imposible distinguir nada a solo unos metros. La tormenta obligó a muchos ciudadanos a refugiarse en centros comerciales y se tuvieron que suspender o desviar todos los vuelos.