POR EL CIERRE DE LA FRONTERA

16 Toneladas de fresas y 100.000 flores atrapadas en Gaza

Dieciséis toneladas de fresas y 100.000 flores han quedado atrapadas en Gaza por el cierre de la frontera impuesto por Israel tras la muerte de un operario del Ministerio de Defensa por un francotirador apostado en la franja, informa hoy la edición digital del Yediot Aharonot.

Las fresas y las flores estaban destinadas a la exportación y debían cruzar hoy a Israel con el fin de alcanzar hasta mañana los mercados europeos. "Dieciséis toneladas de fresas hemos recogido para los mercados de Alemania, Gran Bretaña y Holanda", se quejó al diario Ghasan Kasem, presidente de la Asociación de Agricultores en la franja, que explicó que por el cierre "se deberán vender en el mercado local a menos de 2 shékels (0,41 euros o 0,57 dólares) el kilo".

Este precio, agrega el funcionario, "no cubre ni los costes de producción y nos causa un gran daño económico", que valoró en unos 300.000 euros. En Europa el precio de la fresa palestina se paga, a decir de Kasem, a 13 shekels el kilo, unos 2,70 euros o 3,71 dólares. Israel ordenó el cierre de la frontera en respuesta al asesinato de un israelí que trabajaba en la valla de seguridad que separa ambos territorios, por disparos de un francotirador de una milicia afín al gobierno del movimiento islamista Hamás.

El suceso dio lugar a un virulento bombardeo israelí de cinco bases y campamentos de Hamás y de la Yihad Islámica en distintos puntos de la franja -en los que murió una niña de 3 años-, y al cierre del paso de Kerem Shalom, por el que Gaza se abastece. El Ministerio de Defensa informó hoy de que el paso seguirá cerrado hasta nuevo aviso, lo que significa que la producción palestina que debía salir a otros mercados no podrá hacerlo.

"Teníamos preparadas 100.000 flores para los mercados europeos con motivo de Navidad. Podremos conservarlas dos o tres días en neveras, pero la semana que viene todas las bolsas de flores en Europa estarán cerradas y perderemos la producción", lamentó Kasem. Las exportaciones de Gaza tratan de aliviar la precaria situación económica de la franja, donde la mitad de la población vive en condiciones de pobreza. Kasem explicó que son los agricultores y los empresarios los que pagan el precio de la escalada entre Hamás e Israel.

"Los funcionarios cobran su sueldo de la ANP y del gobierno de Hamás, nosotros somos los que nos comemos las pérdidas. Israel debe entender que cuando cierra la frontera perjudica a gente que nada tiene que ver con el terrorismo", señaló al diario israelí. Agregó que, al verse sin ingresos, esa gente puede "buscar otras soluciones y una parte de ellos hacerlo a través del terrorismo". El cierre hoy de la frontera impedirá el ingreso de más de 300 camiones con abastecimiento para Gaza, así como el trasvase de cientos de miles de litros de gasolina y fuel indispensables para mantener encendida la única planta eléctrica de la franja.

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