ESCALOFRIANTE RELATO DE LOS SUPERVIVIENTES
Los habitantes de la tranquila ciudad de Roseburg, en Oregon (EEUU), luchan por comprender cómo llegó a producirse la carnicería dejada por el último tiroteo masivo en Estados Unidos, qué motivó a un joven a matar a nueve personas en el campus del centro de estudios superiores Umpqua. Él terminó siendo una de las víctimas mortales en la masacre, en un intercambio de disparos con la Policía. Siete personas fueron hospitalizadas, y tres de ellas siguen aún en estado crítico.
Poco a poco se van conociendo más detalles de la investigación. El hombre armado irrumpió en un aula y disparó a un profesor a quemarropa. Luego ordenó a los estudiantes que se pusieran en pie y que revelaran su religión antes de que les dispara uno a uno, según cuentan los supervivientes.
El pistolero no fue identificado por las autoridades locales y el sheriff del condado de Douglas, John Hanlin, aseguró que nunca daría su nombre. Sin embargo, una fuente policial confirmó que se trata de Chris Harper-Mercer, de 26 años. En una foto que él mismo habría publicado en su perfil de una red social, aperece con la cabeza rapada y gafas mirando a la cámara mientras sostiene un rifle. Los residentes en el bloque de apartamentos donde el sospechoso vivía, a poca distancia del campus, le reconocieron a partir de fotos y les describieron como una persona nerviosa.
Stacy Boylan, el padre de una joven de 18 años, estudiante que fue herida pero que sobrevivió al fingir que estaba muerta, dijo a la CNN que su hija recordó haber visto cómo su profesor era tiroteado por el agresor que irrumpió en el aula. "Fue capaz de quedarse impasible y de empezar a preguntar a cada uno cuál era su religión", comentó. "'¿Eres cristiano', les iba preguntando. 'Si eres cristiano, ponte de pie. Bien, porque vas a ver a Dios en tan sólo un segundo', y les disparó y mató", relató Boylan según el testimonio de su hija.
El padre del autor de la masacre, Ian Mercer, habló brevemente a una multitud de periodistas frente a su casa en Los Angeles. "Ha sido un día devastador, para mí y para mi familia ", dijo.
En la Casa Blanca, un visiblemente enojado presidente Barack Obama, que en esta legislatura ha desafiado a todo el espectro político estadounidense para presionar por leyes más duras en torno a las armas de fuego, arremetió contra el lobby de la Asociación Nacional del Rifle, al que acusó de bloquear las reformas y lamentó que sigan produciéndose estos fusilamientos masivos. "De alguna manera, esto se ha convertido en rutina", afirmó Obama, que añadió: "Nos hemos convertido en insensibles a esto".
Este episodio violento en Roseburg es el último de una serie de asesinatos en masa cometidos en los últimos años en Estados Unidos, y el más mortífero en lo que va de 2015. También hubo nueve muertos en el tiroteo entre pandillas de motociclistas en Waco, Texas, en mayo, y en la masacre en una iglesia en Charleston, Carolina del Sur, en junio. Sin contar esta última tragedia, se han producido 293 tiroteos este año.