LA LEY ENTRA EN VIGOR ESTE MIÉRCOLES
Conseguir un tigre en Ciudad de México está actualmente al alcance de todo aquel que disponga de 2.000 dólares a raíz de los efectos de una ley ecologista contra el uso de fieras en los circos, que ha llevado a la industria a rematar sus animales por no poder hacerse cargo de ellos. La ley, que entra en vigor este miércoles en la capital mexicana, ha ocasionado que los empresarios y trabajadores que forman parte del espectáculo se enfrenten a una de las peores crisis de su historia.
Armando Cedeño presidente de la Unión de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC), ha denunciado que esta ley, impulsada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y aprobada en junio de 2014, presenta una deficiencia en planificación y estrategia porque no tuvo en cuenta las consecuencias. Cedeño confiesa que el gremio está recurriendo a medidas desesperadas como el remate de especies con las que trabajaban. "Un tigre blanco que costaba 25.000 dólares lo estamos vendiendo en 2.000 dólares a zoológicos particulares, coleccionistas o presidentes municipales que están construyendo sus zoológicos", lamenta.
El presidente de la UNEAC lamenta que la medida afecta a un total de 700 circos y dejará a más de 1.000 personas desempleadas. Por ello, se está llevando a cabo un proceso de amparo para poder tener a los animales, cuidarlos y lograr a la larga "revertir la ley". Antes de la Ciudad de México, seis estados de los 32 que tiene el país prohibieron el uso de animales en circos (Colima, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Querétaro) y varios más estaban en proceso de hacerlo.
Otro de los afectados por esta nueva norma es el Circo Atayde Hermanos, con más de 127 años de trayectoria. Su director general, Andrés Atayde, se queja de que no se impulsó la creación de un santuario específico al cual recurrir para dejar a los animales. Aclara que la venta de especies sigue un proceso legal, que no "es tan fácil comprar un animal", y desmiente las versiones sobre grupos de la delincuencia organizada que adquieren estos ejemplares, como por ejemplo los capos del narcotráfico para sus mansiones. Sin embargo, Atayde se muestra optimista ante el futuro de los circos mexicanos ya que existen alternativas para el espectáculo. "No todo son los animales, son una parte importante para el circo pero hay otras", acotó en referencia a la acrobacia, los payasos y demás disciplinas.
Fuentes de la misma empresa apuntan que desde los circos de México padecen una crisis financiera de la cual les ha resultado muy difícil recuperarse. Uno de los motivos es la inseguridad pública en el país, que les ha impedido realizar giras por el territorio nacional. El Circo Hermanos Vázquez, una empresa con 46 años de vida, tuvo que emigrar a Estados Unidos desde octubre de 2014 debido a estas razones. "Cerramos desde septiembre del año pasado; físicamente estamos en Houston, Texas (EE.UU.), (en México) ya no tenemos ni gente, ni publicidad, ni presencia, ya la carpa se vendió", ha explicado un representante del circo que no quiso identificarse.
David Berosini, de 23 años, un exdomador de leones de este circo, ya no trabaja pero sigue conservando a los cinco tigres que por muchos años han estado a su lado. Berosini, que planea irse a Estados Unidos o a países de Europa para encontrar mejores oportunidades laborales, coincide en que esta ley solo perjudicó a los animales pues nunca se pensó una manera eficiente de preservarlos. Diversas organizaciones se han pronunciado a favor de esta ley. Sin embargo, no todos los ecologistas consideran que su aplicación es correcta, como la periodista ambiental Elena Hoyos. Ella está a favor, pero cree que la normativa debería enfocarse no solo en los circos sino también en los acuarios o las plazas de toros. Además, denuncia que el 90% de los zoológicos del país no ofrecen las condiciones adecuadas, situación de la que culpó a Semarnat. Hasta el lunes por la noche diferentes circos han ofrecido sus últimas funciones con animales en la capital mexicana.