SEIS VÍCTIMAS MORTALES
China sigue sufriendo el acoso de Saola y Damney, dos tifones que están asolando la costa sudeste del gigante asiático. Un total de siete provincias sufren los efectos del temporal, que ya han dejado seis víctimas mortales tras de sí.
Los servicios de emergencia trabajan sin descanso para minimizar los daños de los tifones y para las labores de rescate, pero las fuertes lluvias y el viento no favorecen en nada sus trabajos, sobre todo para los helicópteros debido a que, con la tormenta, la visibilidad se reduce.
Los vendavales, las inundaciones y los corrimientos de tierra han dejado sin hogar a cientos de miles y han obligado a evacuar a un millón de personas. Los afectados se agarran a cualquier lugar para que les rescaten. Incluso en sus domicilios, ya que cientos de familias se han quedado atrapadas en sus hogares.
El transporte por carretera está paralizado en las zonas más castigadas. Y en tren tampoco es posible moverse. Algunas estaciones se han convertido en campamentos donde cientos de miles de viajeros esperan a que remita este fuerte temporal.