REINO UNIDO, ALEMANIA, FRANCIA Y BÉLGICA
Los servicios de rescate británicos siguen luchando contra el mar mientras se afanan por proseguir con la búsqueda de un adolescente desaparecido en las aguas del sur de Inglaterra.
La tempestad azota con fuerza a las olas, pero también lo hace sobre tierra firme. La violencia del viento ha dejado cuatro fallecidos en el Reino Unido. Uno de ellos, moría al caerle encima un árbol cuando conducía su vehículo a pocos kilómetros de Londres.
En el condado de Kent, un joven de 17 años dormía cuando otro árbol se precipitó sobre la fachada de su casa y también fallecía. Lo mismo que ha sucedido con un matrimonio al oeste de la capital. Una explosión de gas ha acabado con ellos depués de que -de nuevo otro árbol- provocara el incidente.
Situación similar la que se ha vivido en varios puntos del norte de Europa. Caminar por las calles de Bruselas ha sido todo un reto. Las rachas de viento eran superiores a 160 kilómetros por hora, lo que ha dificultado la vida diaria en Bélgica, Holanda y Dinamarca.
Si en Ámsterdam era otro árbol el que provocaba la muerte a una mujer, en Copenague un ladrillo golpeaba mortalmente a otra persona. Ni los andamios de los edificios han aguantado las embestidas del temporal.
'San Judas', como se ha denominado a esta potente borrasca, se ha ido desplazando por la zona septentrional de Europa. En Alemania, el balance por el momento, es de cuatro fallecidos.
En Francia también ha causado importantes estragos. En la región de Bretaña, una ola ha arrastrado a una mujer mar adentro y ha muerto ahogada.
A todos estos casos hay que sumar el de numerosos heridos y millones de afectados. Miles de viviendas europeas se han quedado sin electricidad, y el transporte por tierra, mar y aire se ha visto seriamente alterado.