Todo ha sucedido muy deprisa, tanto que los expertos todavía debaten sobre el número de tornados que han arrasado distintas zonas de la parte central de Estados Unidos.
Escenas espectaculares se han desarrollado en Dakota del Sur, un terreno llano, propicio para la formación de estos monstruos de viento. Algún caza tornados se ha atrevido a salir al campo con su coche para seguirles los pasos.
Un camino de destrucción: casas y granjas destrozadas, vehículos zarandeados, árboles y postes de luz por todas partes. También ha caído granizo, del tamaño de pelotas de tenis.
El intenso frente tormentoso sigue activo, pero ninguno de estos torbellinos ha causado heridos. Este Estado cuenta con una de las densidades de población más bajas de los Estados Unidos.