116 de los 334 cuerpos recuperados fueron desechados
Los cuerpos de los pasajeros de tercera clase del Titanic fueron arrojados al mar por los equipos de rescate para dar cabida a las víctimas de primera y segunda clase, según revelan los nuevos documentos encontrados. Una colección de telegramas enviados por el capitán del 'Mackay-Bennett', una de las naves principales de salvamento, revelan lo que realmente fue la operación de rescate.
El equipo del 'Mackay-Bennett' se vio desbordado por el número de cuerpos que dejó la catástrofe, y sólo tenía espacio limitado en su pequeña nave. Se decidió, por tanto, dar prioridad a los pasajeros de primera y segunda clase, que fueron recuperados, embalsamados y regresaron a sus seres queridos.
Mientras tanto, los cuerpos de los pasajeros más pobres fueron arrojados a las profundidades heladas del Atlántico Norte. De acuerdo con miembros de la tripulación, estos cadáveres tuvieron un 'entierro marítimo'.
Según ha desvelado el diario Daily Mail, un total de 116 de los 334 cuerpos recuperados fueron desechados. El capitán Frederick Larnder tomó esta decisión debido a que su nave luchaba para hacer frente con el espacio y la falta de suministros de embalsamamiento.
Los pasajeros muertos fueron separados por clase de acuerdo con su ropa o pertenencias personales, unas dolorosas instrucciones del capitán Larnder se quedan claras en 181 telegramas que se han descubierto 100 años más tarde.
Un mensaje enviado al Mackay-Bennett desde el puerto de Halifax en Canadá, es uno de los más destacados. "Es absolutamente necesario que traiga todos los cuerpos que pueda acomodar". Su respuesta fue: "Se ha realizado un registro minucioso de todos los papeles de dinero y objetos de valor encontrados en los cuerpos. ¿No sería mejor enterrar los cuerpos en el mar a menos que los parientes pidieran específicamente preservarlos? ".
La operación de rescate terminó en mayo, casi un mes después de que el Titanic se hundiera en 1912. Los telegramas fueron guardados por un exempleado de la Cunard Line.