UNA ZONA HABILITADA PARA FIRMAS Y GRAFITTIS
Es una de las siete Maravillas del Mundo y el monumento más famoso de China. La Gran Muralla recibe a diez millones de turistas cada año. El problema es que muchos aprovechan para dejar constancia de su visita escribiendo en sus piedras milenarias. El gobierno chino ha encontrado una curiosa solución para proteger su Muralla.
Una tela rígida instalada en una de las torres de vigilancia sirve de pizarra. Con bolígrafo o con spray los turistas ya pueden firmar sin miedo a dañar una de las siete Maravillas del Mundo. El siguiente paso del proyecto será digitalizar las firmas y publicarlas en internet.
"Nos dimos cuenta de que prohibiendo las pintadas no conseguíamos nada. Así que se nos ocurrió permitirlas de forma que no se dañara la piedra", explica la responsable del proyecto.
Los administradores de otras zonas de la Gran Muralla ya han mostrado su intención de copiar la idea.