Afganistán
Las nuevas normas de los fundamentalistas islámicos ya han comenzado a aplicarse en todo el territorio. Además de prohibir la música y las risas, es obligatorio que los ciudadanos y ciudadanas del país se vistan de acuerdo a la ley islámica
Días después de que terminase el desalojo de Kabul de potencias extranjeras, así como de partes de los ciudadanos afganos que colaboraron durante los últimos 20 años con los ejércitos y las embajadas de los países desplegados en suelo afgano, comienza a notarse la mano de los fundamentalistas islámicos.
Los talibanes han prohibido en todo el país la música y reír en voz alta. Además, obligan a todos los ciudadanos de Afganistán (mujeres, hombres, niños y ancianos) a vestirse de acuerdo a la ley islámica.
Pese a estas muestras de autoritarismo, los talibanes continúan intentando ofrecer a la comunidad internacional una imagen más amable de ellos mismos para, de esta forma, conseguir el retorno de las ayudas por parte de los donantes, vitales para atender la grave emergencia humanitaria en Afganistán.
Aislamiento internacional y financiero
Las acciones de la nueva Administración de los talibanes apuntan a la búsqueda del reconocimiento y al desbloqueo del aislamiento internacional y financiero en el que quedó sumergido el país tras la retirada de las fuerzas internacionales y la victoria islamista.
En un aparente movimiento en esa línea, el ministro para los Refugiados y la Repatriación afgano, Khalil Rahman Haqqani, se reunió el lunes en Kabul con el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, el italiano Filippo Grandi.
Encuentro entre la ONU y los talibanes
Este encuentro es una de las primeras reuniones oficiales que tiene lugar en la capital afgana entre representantes de la comunidad internacional y los altos líderes talibanes, que nombraron la semana pasada el nuevo Gobierno interino.
"Durante mi visita evaluaré las graves necesidades humanitarias y la situación de 3,5 millones de afganos desplazados", dijo Grandi en la red social Twitter.
La visita de Grandi a Kabul coincide con la celebración de una conferencia de ayuda internacional de Naciones Unidas, convocada por el secretario general de la ONU, António Guterres, con el fin de expresar apoyo al pueblo afgano en la actual crisis y recabar fondos para tratar de atender sus urgentes necesidades humanitarias.