TRAS EL ABANDONO DE UN NIÑO CON SÍNDROME DE DOWN
Tras el reciente caso en el que una mujer tailandesa se viera supuestamente obligada a quedarse con uno de los gemelos que tenía en su vientre de alquiler, por tener Síndorme de Down, las autoridades tailandesas están inspeccionando todas las clínicas que ofrecen estos servicios de maternidad para comprobar si actúan de forma legal.
El caso ha causado una gran controversia tanto en Tailandia como en Australia, llegando a discutirse la prohibición del negocio de maternidad subrogada en el país del sudeste asiático para evitar casos como este.
En Australia, el caso ha provocado llamamientos para una revisión de las leyes de alquiler de vientres con el objetivo de reducir el número de parejas que viajan al extranjero para encontrar estos servicios.
La inspección de los centros que ofrecen estos servicios en Tailandia empezará la próxima semana, según ha informado un portavoz de la división de protección al consumidor de la Policía tailandesa, Chatmongkol Wasinamorn, este martes.
"Vamos a comprobar si estaban autorizados para ofrecer vientres de alquiler y si se hace correctamente", ha asegurado. "Representantes del Consejo Médico tailandés comprobaran con nosotros si los servicios ofrecidos cumplen el código médico", ha apuntado.
El codigo de conducta del Consejo Médico de Tailandia es contrario al negocio de los vientres de alquiler. El uso de este método solo está permitido si hay lazos de sangre entre quien lo solicita y quien ofrece su cuerpo, aunque hay algunas excepciones si no se consigue un vientre adecuado dentro de la familia.
El Consejo es una agencia independiente que supervisa la labor de los doctores y del sistema médico pero que necesita la ayuda de la Policía y de otros organismos estatales para que las violaciones de su código tengan alguna repercusión en quien comete la infracción.
La madre de alquiler, Pattaramon Janbua, de 21 años de edad, ha asegurado que recibió un total de 350000 baht tailandeses (unos 8.000 euros) por llevar a los gemelos de la pareja australiana en su vientre.
Cuando los bebes nacieron la pareja se llevó a ambos aunque después dejaron a Gammy, el niño con síndrome de down, abandonado. Siete meses después, el niño se encuentra ingresado en un hospital del este de Bangkok por una infección pulmonar. También necesita cirugía para un problema cardíaco congénito, según han informado varios medios de comunicación.
La pareja, procedente de Bunbury, un pequeño pueblo del oeste de Australia, ha negado que pidieran a la chica que abortara después de saber que uno de los niños tenía síndrome de down y también ha negado que abandonará al recién nacido, según ha explicado un amigo de la familia al medio 'Bunbury Mail'. Según la familia los gemelos habrían nacido de forma prematura y Gammy no habría sobrevivido.
"Oraron por Gammy pero fueron informados por los médicos de que estaba demasiado enfermo, no a causa del síndrome de down, sino a causa de sus enfermedades cardíacas y pulmonares y las infecciones que sufría", ha indicado el amigo al periódico.
Una fuente del Departamento de Exteriores de Australia ha asegurado que el caso de Gammy es "triste, complejo y difícil" y el Gobierno del país está trabajando con las autoridades tailandesas para esclarecer lo ocurrido.
El secretario del Ministerio tailandés de Asuntos Sociales y Seguridad Humanitaria, Vichien Chavalit, ha asegurado esta semana que no hay leyes que rijan el alquiler de vientres pero si hay un proyecto de ley que aun no ha sido aprobado por el Parlamento.
Pattaramon ha asegurado que los médicos, la agencia de contacto y la pareja australiana sabían que el niño nacería con síndrome de down desde que el embarazo iba por su cuarto mes pero que ella no fue informada hasta el séptimo mes de gestación cuando la agencia y los padres le preguntaron si quería abortar. La mujer gestante ha contado a Reuters Televisión que como budista no tiene permitido abortar.
La directora de la agencia de alquiler de vientres, que ha sido acusada por este caso, ha confirmado que la pareja australiana fue informada antes que Pattaramon. "Sabían que tenían gemelos y que uno tenía síndrome de down", ha asegurado la directora a Reuters Televisión. "Se lo dijimos primero a la pareja australiana porque creíamos que la decisión debía ser tomada por los padres biológicos".
La directora no ha querido dar su nombre y ha añadido que salió de la agencia hace meses. Pattaramon ha asegurado en una rueda de prensa dada el martes que nunca ha hablado con la pareja australiana directamente, aunque posteriormente admitió a Reuters que había quedado con ellos en Tailandia. "Quedamos en tres ocasiones", ha asegurado en una entrevista telefónica. "Hablamos diferentes idiomas por lo que no pudimos conversar demasiado", ha apuntado.