ESPERA LA ATENCIÓN DE ACNUR
Las autoridades de Tailandia han paralizado la deportación de la joven saudí que se había atrincherado en un hotel para evitar regresar con su familia, después de que ella misma denunciase que su vida corría peligro y expresase su voluntad de pedir asilo fuera de Arabia Saudí.
Rahaf Mohamed al Qunun huyó de su familia durante un viaje a Kuwait y recaló en Tailandia, desde donde pretendía dar el salto a Australia para solicitar asilo. Sin embargo, fue interceptada en suelo tailandés por las autoridades migratorias, que pretendían en un primer momento deportarla.
El jefe de la oficina de inmigración de Tailandia, Surachate Hakparn, ha confirmado ante los periodistas la paralización de dicho proceso. "El vuelo de esta mañana era a través de Kuwait Airlines para enviarla de vuelta a Arabia Saudí", ha explicado.
"Mis hermanos, mi familia y la Embajada saudí me estarán esperando en Kuwait", ha dicho la joven mediante una grabación de voz remitida a la agencia Reuters. "Me matarán", ha añadido desde la habitación del hotel de Bangkok donde se había atrincherado.
Al Qunun ha denunciado que ha sido víctima de abusos "físicos, emocionales y verbales" y que, "durante meses", ha permanecido recluida en una casa. "Mi vida corre peligro. Mi familia amenaza con matarme por las cosas más triviales", ha señalado.
La joven ha denunciado que no le dejan seguir con su educación, ni tampoco conducir o viajar, por lo que se siente "oprimida". Arabia Saudí es uno de los países más restictivos del mundo en cuanto a los derechos de las mujeres, pese a las tímidas reformas impulsadas por el príncipe Mohamed Bin Salman.
Tanto el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como Human Rights Watch (HRW) han expresado su preocupación por la situación de Al Qunun y han recordado las obligaciones internacionales en materia de asilo y no devolución. El responsable de la oficina de inmigración ha anunciado su intención de reunirse este mismo lunes con personal de ACNUR.